Una calzada prácticamente nueva, ejecutada hace poco tiempo por la pasada gestión edil a lo largo de la Avda. Días Bárcenas, ha sido brutalmente destruida ayer en la esquina formada por el Jirón Huancavelica y la citada arteria.
Es, sin duda alguna, la falta de previsión de quienes ejecutaron la obra que evitara tremendo atentado en contra del ornato de la capital de región; pues antes del vaciado de la capa de cemento reforzada con fierro de construcción, debía haberse levantado un censo de los predios sin instalaciones sanitarias para obligar a sus propietarios, usando los instrumentos legales que tiene a su alcance, a que procedan a hacerlo.
Hoy empezó con un predio, mañana será otro y así, sucesivamente, la flamante pista será en breve tiempo un bello recuerdo de una obra que, como siempre suele ocurrir, sera una de efímera existencia.
Cuando como ciudadanos abanquinos inquirimos a los que trabajaban en el lugar, nos respondieron que lo hacían por cuenta de EMUSAP y con la previa autorización del Municipio; ofreciendo dejar la pista “en el mismo estado en que la encontraron” antes de usar el taladro, la comba y el cincel. Es decir, la de siempre: autoridades que construyen, autoridades que destruyen.
Ahí está el negocio, sin importar que nuestra ciudad se vaya al diablo.
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