Para saludar hoy día 6 julio a los maestros de mi patria he conciliado previamente mi enojo natural por la gestión educativa actual del MINEDU y, refrenar alguna que otra expresión que pudiera tiznar el encanto de la efemérides y homenaje que merecen imagen, trascendencia, entrega, mística, compromiso, liderazgo, vocación y sobre todo amor, de varones y mujeres en miles, quienes por libre albedrío han realizado y desarrollan sus vidas entre vivencias de un trabajo privilegiado y providencial:
La Docencia.
Ser maestro en el Perú no es tarea fácil ( somos un país espectacularmente diverso, multilingüe, pluricultural ); tampoco apetecible en la vorágine de aspiraciones monetarias.
Más allá de las cualidades académicas y humanistas que lo cualifican profesionalmente, teje su cotidiano afán semejante al tamaño de la Pedagogía de Cristo, sin soslayar jamás el principio de aquel extraordinario Hecho Socio Cultural llamado Educación en su esencia de
FORMACION HUMANA.
De ahí la magnificencia
de ser Maestro y su implícita responsabilidad y compromiso social.
No es suficiente determinar efemérides ni ” homenajes ” saturados de temporalidad pasajera, hacen falta enjundias de mayor respeto, consideración integral ante la vigencia laboral y post cesantía magisterial, una revisión sistemática a la gestión educativa nacional así como
- íntimamente *
un examen de conciencia a propósito del desempeño docente de quién por opción lo ejerce.
En José Antonio Encinas, el gran Maestro Puneño - por eso, peruano –
fuente, inspiración, modelo, motivación de mis andares propios, abrazo con gratitud, ternura y reverencia a los maestros de mi Perú.
Intinpa
Lima 6 julio 2023
