ARTE Y CULTURA EN ABANCAY

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Reinicio

Las manifestaciones culturales que hacen única la identidad abanquina están presentes en sus valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de vida.

El abanquino/a es una persona de temperamento alegre y extrovertido, lo que sale a luz con mayor facilidad en la época de carnavales, donde el jolgorio, el juego y la alegría se apoderan de la ciudad, desde la entrada de compadres y comadres, hasta la quema del Ño Carnavalón como una forma de expiar los excesos y satirizar las malas acciones de las autoridades y personajes más resaltantes.

Las múltiples danzas, coreografías, pasos y vestimentas que hay en diversas ocasiones, generalmente asociadas a fiestas religiosas, tales como los Negrillos, la Huaylia y otras expresiones en común con otros pueblos cercanos.

La artesanía

Como en el resto del mundo, la artesanía esta siendo desplazada por la industria, pero, sin embargo, aún hay varios artesanos que se dedican fundamentalmente a la fabricación de trajes y sombreros típicos.

Los Souvenirs de Abancay son, además de los trajes típicos, artículos decorativos tejidos a crochet, artículos de cuero con aplicaciones de tejidos andinos y también se fabrica artesanalmente calzado de gran calidad. En el Penal de San Idelfonso, se suele conseguir algunos artículos artesanales Sui Generis, como adornos y accesorios para la belleza hechos con  «cachos de toro», tejidos y los famosos «Sanmartines», que son unos látigos de cuero trenzado, que algunas veces, llevan pequeñas bolas de metal en las puntas. Estos, antaño se utilizaban par disciplinar a los hijos, aunque usualmente bastaba con la amenaza.

Vestimenta Típica

La vestimenta típica del poblador abanquino, usada antaño y hoy en día solo para eventos artísticos, en particular para bailar el Carnaval abanquino.

El varón viste una camisa blanca o de colores claros en tonos pastel, pantalón, medias y zapatos oscuros, de preferencia negros. Sobre este atuendo, lleva un poncho de color nogal, con listados delgados en tonos suaves y marrones, y con bandas de adorno en rojo, verde o amarillo. En la cabeza usa un sombrero de paño oscuro, hormado a presión para otorgarle rigidez, con falda anterior inclinada y la posterior levantada elegantemente, adornado con una cinta de seda o satén de 2.5 cm.

Las damas usan blusa blanca con blondas en las manos y el pecho, adornadas con cintas de color a juego con las polleras. Las polleras, de vivos colores y multitud de pliegues adornadas con encajes blancos, llegan hasta cuatro dedos por debajo de las rodillas y van ceñidas a la cintura por una gruesa pretina. La Llicclla, pequeña del mismo color y estilo que la pollera, cubre la espalda y es sujetada en el pecho por un prendedor de oro o plata, e juego con los pendientes. Calzan delicadas botas de cuero de color negro y acabado brillante tipo corfan o charol, hasta la altura de la canilla, para atarse con pasadores. Lleva taco mediano, delantera en punta y planta de suela. Sobre la cabeza, peinada con dos trenzas y adornadas con lacillos de color negro, lleva un sombrero de paja pintado de blanco impoluto, y alrededor de la copa, una cinta negra en señal de luto por la muerte de Micaela Bastidas.

Como se ve, los trajes tienen su propia forma de expresarse.

Locales para la Cultura

Coliseo de Pueblo Libre

La Casa de la Cultura

Este local es administrado por la Municipalidad Provincial de Abancay y está ubicado en el Jr. Cusco 310, a dos cuadras de la Plaza de Armas, es un local construido hace más de 50 años, y remozado en el 2004, destinado a la preservación, transmisión y fomento de muestras artísticas y culturales propias de la comunidad.

Tiene un auditorio con capacidad para 250 personas que se utiliza para eventos culturales.

Ahí también funciona una biblioteca a la que se ha llamado «Guillermo Viladegut Ferrufino» en memoria del ilustre educador y literato abanquino.

Cuenta tambien con una ludoteca y hemeroteca, y la infraestrucutura necesaria para realizar talleres y presentaciones de teatro, danzas, música, artes plásticas, y otras actividades, como debe ser en una Casa de la Cultura, que lamentablemente no se viene realizando.

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