Carta a un hijo

Querido Hijo:

¡Hoy cumples 10 años!

Quería que sepas que a tu edad yo prometí no olvidarme de lo que pensaba; los juguetes, mis juegos, eran lo más importante de mi vida, que era interrumpida por algunos adultos, que me hablaban de hacer tareas, lavarme los dientes o viajes de trabajo.

Quise ser un papá para ti que diera importancia a esas cosas, creo que me hice viejo más rápido de lo que pensé.

Quiero decirte que en los próximos años debemos comer más helados juntos, jugar mas fútbol y compartir más nuestras ideas.

Trabajé para que tengas cosas, y quizás esas cosas nos quitaron algún tiempo de estar juntos, te he regalado casi todo lo que podíamos ver, hoy quiero regalarte algo más, un día a la semana, para estar juntos con tu mamá y hermanos, un día de cada semana para compartir nuestras ideas y sentimientos. para que siempre estemos juntos, para ser los mejores amigos, para que seas un hombre bueno que ayude a sus semejantes y que continúes esta tradición con tus hijos.

Quiero que sueñes mucho y tus sueños se hagan realidad, no escuches el pesimismo de los adultos, ni hagas caso a la violencia, cuando tengas fe en tus ideas y pongas convicción en lo que haces, siempre lograras tus sueños.

El egoísmo del mundo de los adultos está equivocado, no aprendas a tener miedo, no aprendas a ser egoísta; en cambio entrega lo mejor de ti al mundo, a tus seres queridos, a tus amigos y siempre recibirás lo que has entregado.

No escuches los consejos negativos o las soluciones fáciles, es cierto, el mundo está hecho de obstáculos y fracasos, pero son sólo parte de la escuela necesaria para que actúes bien cuando llegues al éxito.

Todo lo malo que hay en el mundo, déjalo pasar, no dejes que nuble tu visión de todas las cosas buenas y la inmensa cantidad de personas que viven para hacer el bien.

Guíate por tu corazón, siempre dentro de ti sabrás cuál es el camino correcto, las leyes del mundo son pasajeras, las leyes de tu espíritu te guiarán siempre.

Trabaja duro, aprende, ayuda al más débil; tu recompensa puede demorar, pero es segura y es duradera.

Querido Hijo:

Hoy cumples 10 años, quería que sepas que a tu edad yo prometí no olvidarme de lo que pensaba; los juguetes, mis juegos, eran lo más importante de mi vida, que era interrumpida por algunos adultos, que me hablaban de hacer tareas, lavarme los dientes o viajes de trabajo.

Quise ser un papá para ti que diera importancia a esas cosas, creo que me hice viejo más rápido de lo que pensé.

Quiero decirte que en los próximos años debemos comer más helados juntos, jugar mas fútbol y compartir más nuestras ideas.

Trabajé para que tengas cosas, y quizás esas cosas nos quitaron algún tiempo de estar juntos, te he regalado casi todo lo que podíamos ver, hoy quiero regalarte algo más, un día a la semana, para estar juntos con tu mamá y hermanos, un día de cada semana para compartir nuestras ideas y sentimientos. para que siempre estemos juntos, para ser los mejores amigos, para que seas un hombre bueno que ayude a sus semejantes y que continúes esta tradición con tus hijos.

Quiero que sueñes mucho y tus sueños se hagan realidad, no escuches el pesimismo de los adultos, ni hagas caso a la violencia, cuando tengas fe en tus ideas y pongas convicción en lo que haces, siempre lograras tus sueños.

El egoísmo del mundo de los adultos está equivocado, no aprendas a tener miedo, no aprendas a ser egoísta; en cambio entrega lo mejor de ti al mundo, a tus seres queridos, a tus amigos y siempre recibirás lo que has entregado.

No escuches los consejos negativos o las soluciones fáciles, es cierto, el mundo está hecho de obstáculos y fracasos, pero son sólo parte de la escuela necesaria para que actúes bien cuando llegues al éxito.

Todo lo malo que hay en el mundo, déjalo pasar, no dejes que nuble tu visión de todas las cosas buenas y la inmensa cantidad de personas que viven para hacer el bien.

Guíate por tu corazón, siempre dentro de ti sabrás cuál es el camino correcto, las leyes del mundo son pasajeras, las leyes de tu espíritu te guiarán siempre.

Trabaja duro, aprende, ayuda al más débil; tu recompensa puede demorar, pero es segura y es duradera.

El poderoso y el débil tienen su historia que contar; aprende a perdonar es más fuerte el que puede hacerlo que el que cree ganar por un momento y termina perdiendo todo.

Nunca pierdas la ilusión.

Sé feliz por encima de todo.

Crea, construye, inventa; mientras no pierdas la capacidad de crear no te faltará nada. Cree en Dios en la mejor manera que lo entiendas.

Nunca olvides que soy tu amigo incondicional, y no te olvides de leer esta carta cada diez años.

Tu papi

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