Ubicada en el distrito de Circa a la altura del kilómetro 423, tiene sus orígenes en el siglo XVIII y se caracteriza por su permanente clima cálido. La hacienda tuvo en principio una extensión de 2 mil 357 hectáreas y llegó a tener 10 mil hectáreas en su periodo de máxima expansión. Se dedicaba especialmente a la caña y al café, y entre los años 1880 a 1930 se dedicó en parte a la industria del “”gusano de seda. Su construcción se caracteriza por tener un arco triunfal, una plazuela y una capilla. Sus últimos dueños fueron don Adriel Montes Sobrino & Piérola y su esposa doña Hermelinda Flores del Campo Ramos-Ocampo de Montes. La iglesia y la casa, pese al tiempo y los sismos soportados, se resiste a caer.
Aún se puede reconocer a la cocina por sus fogones llenos de hollín, una celda, un aula y un amplio patio jardín donde permanece estacionado un vetusto carruaje. Desde el mirador de la cruz, ubicado sobre la hacienda, se contempla todo el valle, serpenteado por el río Pachachaca, con el cerro Sinti imponente por encima de ellos.
También se aprecian algunas palmeras, en cada uno de los puntos cardinales, al estilo árabe, influencia arraigada en España.
Se sabe que en épocas de la Colonia aquí se elaboraba la mejor azúcar del país por eso la totalidad de su producción era exportada a Europa, en particular para la corte española.