CINE NILO: HISTORIA

por Luis Echegaray Vivanco
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Reinicio

Los auténticos promotores son esa raza indomable que interpreta los anhelos y fantasmas de la gente, llevándoles diversión.

En el año 1907, llegaron a Abancay una pareja, de migrantes palestinos de las ciudades de Bethala y Belén. Don Nicolás Abuhadba Hani y Doña Natividad Sanzur Abuchaibe.

Adquieren a Jorge de los Ríos y esposa un terreno de 718 M2, en lo que se llamaría Av. Arequipa, signado con el número 203, de la ciudad. En el año 1920 se empieza la construcción del inmueble que comprendía un semi-sótano, y dos pisos. La edificación desde su diseño, comprendió la construcción de un cine teatro. Los otros ambientes se dedicarían a vivienda y una sala de uso múltiple. El nombre que se consignó fue CINE TEATRO NILO, en homenaje al río Nilo de Egipto.

La obra finalizó en 1926. En la parte externa del inmueble se luce una construcción de piedras labradas con un mortero de cemento, esta fachada ha sido única en la ciudad, hasta el día de hoy. El inmueble muestra tres niveles.

En el segundo piso que da a la calle Arequipa exhibe seis balcones. En el primer piso pasando por la calle tiene una vidriera y encima de ella una inscripción en piedra que reza: “NJA 1926”, Fecha de la finalización de la obra.

Desde esa época el Cine Teatro sirvió para la proyección de películas todos los días de la semana, aunque también fue utilizado como teatro que presentaban los colegios de la ciudad y grupos artísticos locales y visitantes.

Su capacidad fue de 400 espectadores, aunque posteriormente bajo a 300. Todas las instituciones que deseaban hacer presentaciones en favor de niños o personas necesitadas, auspiciadas por la Beneficencia Pública, Club de Leones o Rotarios, colegios tuvieron la sala de manera gratuita.

Asistieron al Teatro todas las personalidades que ocuparon los puestos importantes en la provincia, así como personajes de la talla de José Antonio Ocampo, David Samanez O, entre otros.

El conocer el séptimo arte es gracias al CINE NILO, esto me hizo adentrarme en una realidad fantástica, pero al mismo tiempo lúcida de lo que pasa en la vida real. A partir de eso veo películas todo el tiempo. El cine nos daba el prodigio de vivir todos los sentimientos; llorar y reir, angustiarse, atemorizarse y esperar lo mejor. Era parte de esa experiencia infantil de las matinés de los domingos y que a la salida del cine junto con el ocaso del día sentíamos el fin del domingo y la llegada del lunes de colegio.

El cine me permitió ver las historias con emoción. A pesar de haber visto películas que transmiten venganza, encono, violencia, pesimismo. Siembre habrá en contraparte lo bueno que llega al corazón, mostrándonos amor, tolerancia respeto y belleza.

Nunca más pude dejar el cine como parte de vivir, viendo vivir historias en los bosques fabulosos de Sandokan, las llanuras agrestes del oeste norteamericano, en Hondo o Río Bravo de John Wayne o los gélidos paisajes de Rusia con el doctor Zhivago. Este cine de la infancia, no se si fue mucha fantasía para una enorme realidad, o mucha realidad para una enorme fantasía.

Las funciones continuas concluyeron en 1984, haciéndose presentaciones esporádicas hasta 1990, cuando fallece el propietario. En 1992 el INC, solicita el Teatro para una actividad Pro Santuario Nacional del Ampay, el que es concedido gratuitamente. En esos años Doña Miriam Abuhadba Sanzur, estaba a cargo del Cine-Teatro y concibe la idea de solicitar preservar este ícono de la cultura durante 66 años.

El 11 de Abril del 2001, Miriam Abuhadba Sanzur, contando con el apoyo de la Arqueóloga Miriam Ojeda Cuaresma del INC, solicitan la declaración del local del Cine-Teatro como Patrimonio de la Nación.

En agosto del año 2001, es declarado el Cine Teatro Nilo, como Patrimonio Cultural de la Nación.

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