¿Cuándo volveré por tus callecitas empedradas, tus techos de paja y tus paredes de adobe?
¿Cuándo volveré por tus lindas calzadas adoquinadas, frenteras con geranios, tus techos rojos y casas de blancas paredes?
¿Cuándo caminaré de nuevo por tus senderos que huelen a hierba mojada, a tierra de campo y a calor de sierra?
¿Cuándo veré otra vez esos paisajes que ingresan por los ojos y se quedan grabados en el corazón y en el alma?
¿Cuándo te veré de nuevo mi tierra querida, que guarda tranquila sus bellos recuerdos en cada rincón de sus plazoletas?
¿Cuándo será ese día que dejé mis cadenas rotas y emprenda camino con dirección a ti, para quedarme a tu lado y nunca dejarte?
¿Cuándo será que vuelva a soñarte y verte de nuevo? No importa sea en un viejo recuerdo o como está vez un sueño, que me llevó a ti con todo y brillantes colores, deliciosos aromas y bellos recuerdos.
¿Cuándo será que te vea de nuevo mi linda paloma, de ojos grandes, del cabello negro y labios de ángel, al pie del Misti; tan bella, tan dulce, tan blanca como el sillar de tus volcanes?
¿Cuándo será mi amante niña, que regrese a tus brazos como aquel niño que vuelve a su madre, para tomar su mano y gustar sus besos, y dormir tranquilo como un tierno infante recién salido del vientre?
¿Cuándo estaré contigo, mi querida tierra que guardas en tus lares a mi niña bonita, y esperas que vuelva este amante ingrato que nunca olvidará ni a su dulce paloma ni a su ciudad blanca?