¿ DE DONDE VIENEN LAS PALABRAS?

por Hugo Viladegut Bush
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Reinicio

Siempre pregunté por ese misterio.
Sólo la paciencia de papá intentó resolver la angustia.
“Las palabras vienen de abuelo…
Él debe haberlas heredado de José su Padre.
Y el “Chapete”, de Baltazar, el recuerdo más lejano de nuestros ancestros…

Pero las dubitaciones continuaban.
¿De dónde me viene la voz?
“Tienes 15 años y haces preguntas muy difíciles” – decía Aurora, mi madre.
“Tu voz viene de tu padre y él es copia de Guillermo, tu abuelo”.
O sea, ¿Voy a tener la voz de Efraín, mi papá?
Como vas creciendo, sí… Tu voz es como un trueno, terminó diciendo mi mamá.

Pero ¿Y la verdad? ¿Cuál es la verdad? ¿Por dónde debo caminar?
Sentados en una banca de la Plaza de Armas de Abancay, mi tierra,
mi abuelo Guillermo me señaló la torre de la catedral y miró la cruz.

  • Quien está ahí, es la verdad”: Cristo dijo una vez: “yo soy la verdad”.
  • ¿Cómo es eso? Repliqué a la voz señera.
  • Tardé mucho en entender que la paz viene del amor y el perdón. Sentenció abuelo.

Desde niño en los escondrijos de mi mente habitaban preguntas.
¿Quién podría resolver mis dubitaciones?
Ya tenía la seguridad que las palabras venían de abuelo.
Que yo era la voz depositaria de papá
y que las dudas del pensamiento me asaltarían toda la vida.
Abuelo y papá eran los dos tomos de mi diccionario ¡Siempre!

El asunto es que el timbre que hace el tono de la voz
y las palabras que vienen a la mente llegan con la fuerza genética del padre.
La voz le da vida a las palabras y las palabras se ordenan
conforme nosotros hacemos uso de nuestra libertad.
El conocimiento que vamos descubriendo es un saber infinito.
La emoción que le ponemos, el temperamento de las frases… Esos son nuestros.

Tenemos amigos por genética ascendente y amigos por genética descendente.
También nosotros dejamos nuestros saberes, temperamento y emociones
en quienes nos siguen, son nuestros hijos y nietos, ellos vienen detrás de nosotros.
Descubren la vida a través de nuestra conducta y nuestras palabras: ¿deber o derecho?
La libertad, tan escurridiza en nuestras manos, se mueve en esas antípodas.
La bondad y la amistad son parte de nuestro legado y es una consecuencia de la libertad.

Los principios que guían nuestras vidas, viven en los libros,
pero los aprendemos observando las conductas y escuchando a la verdad.
Llegan a nosotros por el deber de preguntar y el derecho de ser escuchados.
¿Haremos lo mismo con quienes nos siguen?
Dicen que una piedra no hace una casa, pero sin esa piedra no existiría la casa.
Si cada uno hacemos bien lo que nos toca hacer, con seguridad, el mundo sería otro.

Palabras y voz son patrimonios ancestrales de familia.
La familia liderada por papá es la fuente de la amistad, la amabilidad y la paz.
Las dudas que nos asaltan y la adopción del camino son nuestra libertad.
El asunto es que los principios son el significado de las palabras.
La voz, es la emoción que imprimimos al hablar para conquistar corazones.
Ser hijo, nieto, padre o abuelo, parecen ser roles que vienen de la simpleza de vivir.

FOTO: “Abuelo y padre… Guillermo y Efraín Viladegut, tronco y astilla de familia”.

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