DOS VOCES, UN MISMO LATIDO: LA HISTORIA DE JOSEPH Y GIANLUCA

La noche del jueves 7 de agosto, dos jóvenes y brillantes abanquinos, Joseph Terzi y Gianluca Sebastianni, se presentaron en «Yo Soy», que apenas unos días antes había regresado a las pantallas de Latina TV. Un programa de competencia musical donde imitadores de cantantes famosos compiten interpretando sus gestos, voz y estilo, buscando coronarse como el mejor doble del país.

Pero, ¿quiénes son ellos? —se preguntarán quienes, por diversas razones, no frecuentan las tocadas nocturnas ni se sumergen en el vibrante ambiente musical de Abancay. Pues bien, acerquémonos un poco.

¿Quién es Joseph Terzi?

En Abancay, no es ningún misterio —más bien, un secreto a voces— que Joseph Terzi, nuestro entrañable «Pikachu», posee un talento tan chispeante como su apodo. Egresado del colegio Miguel Grau, dueño de una voz portentosa y energía incansable, canta como los dioses tanto temas propios como covers de grandes artistas, siempre con una calidad que asombra. Ya sea acompañado solo por su guitarra o respaldado por bandas y pistas musicales, su espectáculo nunca pasa inadvertido.

Psicólogo de profesión y cantautor por pasión, Joseph ha sabido colarse —guitarra en mano y sonrisa franca— en cada escenario importante de la ciudad. Quienes lo conocemos intuíamos que aguardaba el momento preciso para desplegar todo su brillo… y parece que la chispa ya encendió.

En «Yo Soy» impresionó al jurado y a la teleaudiencia no solo interpretando a Jack Black, sino improvisando con acierto a otros grandes artistas. Tanto así que Ricardo Morán, asombrado, le dijo en vivo: «Terzi, ¡eres un prodigio!».

Y vaya, que se parece:

Joseph Terzi y Jack Black

Su historia tiene un capítulo de coraje: padece una afección cardíaca severa que en el pasado lo postró y amenazó con apartarlo de la vida. Sin embargo, con fortaleza espiritual y ánimo a prueba de balas, se sobrepuso. Hoy disfruta cada instante y lucha por sus sueños con un tesón admirable, llevando una válvula cardíaca que él, con irónico humor, llama «Válvula Fender», en alusión a la marca de instrumentos y equipos musicales.

Como cantautor, ha creado temas como «Oh amor» y «Sentir», entre otros que puedes disfrutar aquí:

¿Quién es Gianluca Sebastianni?

Bajo este nombre artístico se presenta Gianluca Lantaron Warthon, un artista que no solo canta, sino que lleva al público a un viaje donde música, humor y cercanía se entrelazan.

Hijo del periodista Lucio Lantaron, heredó la chispa de la palabra y una vena artística que parece fluir por la familia. Sus espectáculos combinan música y «stand up», ese formato donde un solo intérprete desarma al público con anécdotas, ironías y observaciones agudas, armado solo con su voz, su ingenio y su presencia.

Con juvenil desparpajo, a veces se presenta como Gianluca Sebastianni Lucciani Carlofrido Lantaron Warthon Del Carpio III, un nombre tan extravagante como su humor. Entre bromas y acordes, asegura ser el creador de un nuevo género musical: «Latin Pop agropecuario».

Aunque nació circunstancialmente en Bolivia —durante el exilio familiar por la violencia terrorista en el Perú—, su historia tomó rumbo en Abancay, en el colegio Miguel Grau, donde conoció a Joseph, su cómplice musical y amigo inseparable.

En aquellos años de adolescencia, Abancay vibraba con su propia escena rockera. Gianluca aprendió guitarra con su abuelo, Darío Warthon, sin que este imaginara que estaba alimentando a un «monstruo artístico» en ciernes. Más tarde, su madre selló su destino con un regalo decisivo: una guitarra eléctrica.

Hoy, además de músico, es productor videográfico. Entre sus creaciones más recordadas está la fusión de dos temas emblemáticos de Pepe Garay y Ramiro Bueno, junto a Álvaro Daza Casas y su hermano Paolo Lantaron, un mix que los abanquinos guardamos como un pequeño tesoro.

Tambien una muestra de su «Latin Pop Agropecuario», «La Novelita», con la actuación de la bella modelo Sofia Maximova

Su presencia en los escenarios de Abancay es habitual, pero una de sus anécdotas más sabrosas ocurrió en Lima. Viajó para acompañar a Joseph al casting de «Yo Soy», sin intención de participar. Sin embargo, la tentación pudo más: subió al escenario y ofreció un show que fue, como dicen, un pequeño terremoto de música y humor.

Vientos de cambio

A ambos les deseamos vientos favorables y cielos despejados, porque para Joseph y Gianluca el límite no está en las nubes, sino mucho más allá. Sabemos que les espera un futuro luminoso, de esos que se anuncian con acordes y aplausos anticipados. No sería extraño verlos entre los finalistas de esta temporada de «Yo Soy» y, en un giro que todos soñamos, a cualquiera de ellos sosteniendo el trofeo de vencedor.

Pero más allá del resultado, Joseph y Gianluca ya conquistaron algo más profundo: el corazón colectivo de Abancay, que late al ritmo de sus guitarras y sus risas. Haber unido a los abanquinos ya es un gran logro. Ellos no solo nos representan: nos recuerdan que desde estas montañas también se puede encender un escenario nacional.

Y cuando llegue el momento decisivo, allí estaremos todos —familias, amigos, vecinos— en una ovación interminable, empujándolos con nuestra fe, nuestra voz y nuestros votos. Porque su triunfo será, inevitablemente, el triunfo de todos nosotros.

Joseph Terzi y Gianluca Sebastianni, tras esta incursión en las grandes ligas y con tan singular éxito, temo que partirán de Abancay, llamados por productoras y escenarios mayores. Nos quedará entonces esa mezcla agridulce de júbilo y nostalgia: alegría por su merecido triunfo y tristeza porque dejaremos de gozar de su ingenio, entusiasmo y don de gentes. Como inseparables compañeros —casi «mormones» de la escena— los veíamos siempre juntos, animando cuanto evento había en Abancay: conciertos, actuaciones, desfiles, «coches locos»… y cualquier lugar donde la vida reclamara un poco de arte y alegría.

Desde esta revista, les deseamos los mayores éxitos y nos podemos a vuestro servicio para colaborar en lo que haga falta.

Así mismo invitamos a todos los abanquinos a ser parte del éxito de Joseph y Gianluca, apoyandolos en lo que haga falta. Viajar a Lima, y permanecer allá no es nada barato, pasajes viáticos, alojamiento, preparación, vestuarios, etc. no caen del cielo. Quienes pueden ayudar, ayuden.

¡Más éxitos muchachos! ¡Hasta el infinito y más allá!

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