En un mundo donde la seriedad y las penas parecen gobernarlo todo, existe un remedio, por todos usado aunque poco entendido, que ha perdurado a lo largo de los siglos, desafiando nuestras penas y aliviando nuestros corazones: la risa.
Este fenómeno, tan profundamente humano, no solo dibuja sonrisas en nuestros rostros, sino que también despierta calidez en nuestros corazones, actuando como un verdadero bálsamo de salud y felicidad.
¿Qué dice la ciencia sobre los beneficios de reír?
La ciencia moderna ha posado su mirada en esta expresión tan natural y ha descubierto un mundo maravilloso. Cuando reímos, nuestro cerebro, tal un director de orquesta, se activa de inmediato, liberando pequeñas chispas de energía que recorren nuestro cuerpo apenas un segundo después de que la primera carcajada brota de nuestros labios.
En este concierto de felicidad, las endorfinas y la dopamina son las verdaderas protagonistas. Estas sustancias, mensajeras del bienestar, se despliegan por todo nuestro organismo, envolviéndonos en una cálida sensación de alegría que parece nacer desde lo más profundo de nuestro ser. Al mismo tiempo, el cortisol, la hormona del estrés que a menudo nos abruma, se retira discretamente, dejando espacio para que la calma y la tranquilidad nos abracen con ternura.
La risa no se conforma con ser solo un placer pasajero; va más allá, moldeando nuestro cuerpo y nuestra mente con la destreza de un escultor.
Reír antes que ir al gym
Un equipo de científicos de la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tennessee, descubrió que una buena sesión de risas hace que nuestro corazón lata con más fuerza y que nuestros músculos se pongan en movimiento, aumentando así nuestro gasto energético. Es como si cada carcajada fuera una pequeña sesión de gimnasio, pero infinitamente más divertida. De hecho, podríamos llegar a perder hasta 2 kilogramos al año solo con reír 2 minutos a diario.
Además, la risa es una compañera fiel en nuestra lucha contra el insomnio. Cuando reímos, activamos casi 400 músculos en nuestro rostro, una proeza imposible de lograr con un semblante serio. Esta activación muscular, combinada con la liberación de sustancias químicas que nos hacen sentir bien, nos ayuda a alejar los miedos y preocupaciones que suelen rondarnos al caer la noche. El resultado: un sueño más profundo y reparador.
Pero los beneficios de la risa no terminan ahí. Como un bálsamo mágico, alivia dolores y fortalece nuestro sistema inmunológico. En la Edad Media, los bufones eran considerados auténticos sanadores, capaces de aliviar dolencias con sus bromas y ocurrencias. Un ejemplo notable es el de Bernardino II Matello, quien en el siglo XV logró sanar al hermano de Isabel de Este, Alfonso, esposo de Lucrecia Borgia, solo con el poder de la risa.
La risa terapéutica
La risa es también una gran aliada en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares. Cada vez que reímos, nuestro corazón se relaja y se expande, como si quisiera abrirse al mundo, contrarrestando los efectos negativos de la tristeza, que tiende a encogerlo. Además, la risa ilumina nuestra piel, haciéndola lucir más saludable y radiante. Un estudio realizado en el Hospital de la Solidaridad Surquillo (SISOL) demostró que el buen humor fortalece nuestras defensas, brindándonos una protección extra contra las adversidades del entorno.
En el ámbito social, la risa tiene un papel esencial. Es una habilidad que desarrollamos desde los primeros meses de vida y que va cambiando con el tiempo. Los niños, esos pequeños maestros de la alegría, ríen unas 300 veces al día, mientras que los adultos nos conformamos con un rango más modesto de entre 15 y 100 risas diarias. La risa es también un remedio efectivo contra la timidez, ayudándonos a derribar barreras y fortalecer nuestra autoestima.
Desde los años 70, la risa ha sido objeto de estudio como herramienta terapéutica, dando origen a la risoterapia. Esta técnica, que engaña amablemente a nuestro cerebro haciéndole creer que estamos riendo de verdad, logra los mismos beneficios que una risa espontánea. A través de ejercicios grupales, contacto visual y juegos infantiles, la risa simulada se convierte en una carcajada auténtica y contagiosa, capaz de transformar nuestro estado de ánimo y el de quienes nos rodean.
¡Ja! ¡Je! ¡Ji! ¡Jo! ¡Ju!
En la rica tradición china, donde la risa ha sido estudiada con devoción desde el siglo VI a.C., se ha llegado a explorar cómo cada carcajada, dependiendo de la vocal predominante, impacta en nuestro cuerpo. Según esta sabiduría milenaria, cada vocal encierra un simbolismo especial y potencia diferentes aspectos de nuestra salud:
– Reír con la “A” se siente en la zona genital y abdominal, fortaleciendo la energía del riñón y la vejiga, previniendo la osteoporosis y afinando nuestro oído.
– Reír con la “E” resuena suavemente bajo las costillas y en el plexo solar, liberando la energía del hígado y la vesícula biliar, y mejorando nuestra visión.
– Reír con la “I” vibra delicadamente en el cuello, beneficiando al corazón y al intestino delgado, activando la circulación y estimulando la glándula tiroides.
– Reír con la “O” produce cálidas vibraciones en la zona cerebral, liberando la energía del estómago, páncreas y bazo, mientras estimula diversas glándulas cerebrales.
– Reír con la “U” resuena en los pulmones, mejorando su función y agudizando nuestro sentido del olfato.
La ciencia moderna nos sorprende al revelarnos que la risa tiene efectos tan profundos como la meditación. Un estudio realizado en la Universidad de Loma Linda, California, descubrió que ver videos humorísticos genera un alto nivel de ondas gamma en el cerebro, muy similares a las que se producen durante la meditación, creando un espacio de paz y bienestar en nuestro interior.
Pero la risa no se detiene ahí. También despierta nuestra imaginación y afina nuestra memoria. Un estudio demostró que aquello que nos hace reír se graba con más fuerza en nuestra mente, quedando como un recuerdo cálido y duradero, incluso con el paso del tiempo.
La risa: Elixir de vida.
La Sociedad Española de Neurología, en 2015, concluyó que quienes ríen con regularidad reducen en un 40% sus problemas vasculares, lo que se traduce en casi cinco años más de vida. ¿Y quién no querría esos años adicionales llenos de risas y buenos momentos?
Curiosamente, parece que las mujeres disfrutan aún más de este regalo. Investigaciones han demostrado que, al escuchar o leer algo divertido, el cerebro femenino activa con mayor intensidad las áreas relacionadas con el lenguaje y la memoria, sumergiéndose plenamente en la experiencia.
La próxima vez que te veas en el espejo, no dudes en sonreír. Y si sientes que una risa está a punto de escapar, déjala fluir. Porque cada sonrisa, cada carcajada, es una pequeña dosis de felicidad y salud. La risa, ese medicamento natural y sin efectos secundarios, solo te dejará unas cuantas arrugas de alegría en el rostro.
En un mundo que a menudo se toma demasiado en serio, es bueno recordar las palabras de Erasmo de Rotterdam: “Reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo es de estúpidos”.
Así que no te sorprendas si en tu próxima visita al médico, en lugar de una receta convencional, el galeno te prescribe una dosis diaria de carcajadas. Si te recomienda el libro «La Risa: El Secreto de la Salud Eterna», no lo mires con extrañeza. Por el contrario, alégrate: estás ante un profesional actualizado y perspicaz, que comprende el inmenso poder terapéutico de la risa y el buen humor.
Ríe, sonríe, deja que la alegría te envuelva. Porque la vida es demasiado corta para no disfrutarla con una buena carcajada, es la llave para una vida más larga, saludable y, sobre todo, feliz.
Nota: El libro «La Risa – El Secreto de la Salud Eterna» es un homenaje a la inigualable habilidad de Julio César Casas Casas, mi querido padre, para convertir cualquier reunión en una celebración de la risa. Con su fina ironía y aguda observación de la realidad, él lograba arrancar carcajadas incontrolables, invitando siempre a la reflexión desde un humor sano y constructivo.
El libro, es una colección de chistes que algunos creados por él y otros adaptados con esmero, siempre buscando el equilibrio perfecto entre la diversión y el pensamiento crítico. Se creó para promover la risa, con todos sus beneficios físicos, mentales y emocionales, sabiendo que es el mejor antídoto contra la rutina y el estrés de la vida moderna.
Te invito a sumergirte en estas páginas con una mente abierta y un corazón dispuesto a disfrutar, porque en cada chiste hay una chispa de felicidad esperando ser compartida. ¡Lee, ríe y sé feliz!
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