EL MUNDO AMANECIO GRIS.

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Se fue Francisco, el Padre.

«Yo no quise ser Papa», le contestó a un niño en el cónclave de las juventudes jesuitas en Roma.
«Creo que esas posturas no le agradan a Dios» terminó diciendo el padre para graficar la humildad.
Francisco, el Santo Padre, quiso acercarse a la humildad y fue grande.
Quiso ser sencillo y ahora es inolvidable.

Aún cuando tarde en llegar el tiempo para terminar de entender el mensaje de Francisco, éste ha quedado como frases señeras que deberemos cumplir tarde o temprano.

El perdón es el otro lado de la moneda del amor. “Pedir perdón y practicarlo es parte de la humildad”, sentenció en varias oportunidades.

Proclamó austeridad en la Iglesia

Desde que asumió el pontificado Jorge Mario Bergoglio, su nombre de pila, envió su mensaje de austeridad y trabajo al servicio de los necesitados. Por eso su nombre de Papa Francisco.

Francisco de Asís es el patrono de los franciscanos, la congregación que hace votos de pobreza y humildad. 

“Me gustaría que la Iglesia fuera pobre y para los pobres”. “Los sacerdotes y religiosas deberían replicar esa conducta de sencillez”, dijo en una de sus proclamas.

Los casos de pederastia

El encubrimiento de los lamentables casos de pederastia en los estamentos intermedios de la Iglesia fue motivo de crítica y de corrección por Francisco.

Impartió directivas para que estos casos no vuelvan a ocurrir y dar pasos adelante para resarcir los daños ocasionados en el pasado. “Es una enfermedad abusar de los niños” declaró en una entrevista. “Pienso que debemos seleccionar mejor a nuestros aspirantes a sacerdotes, expresó en esa ocasión.

Paternidad responsable

Proclamó la paternidad responsable de las familias. “Tener hijos como conejos no es aconsejable”, persuadió que “tener 3 hijos por pareja es atinado”.

En su pontificado una mujer le pidió que orara por ella ante Dios ya que iba a tener un octavo hijo por cesárea. “Eso es tentar a Dios” dijo Francisco ya que la mujer podría morir en ese alumbramiento y dejar 7 niños huérfanos.

No visitó a su natal Argentina.

Nunca visitó a la Argentina, pese a proceder de ese país, aunque dijo que estaba al día con los aconteceres de su patria. Tuvo momentos de tensión con el actual presidente Javier Milei quien, en la campaña electoral, le había llamado “Enviado del demonio a la tierra”

Ya de presidente Milei se disculpó por aquella desafortunada frase y el Papa aceptó las disculpas recibiéndolo en su despacho.

En el 2024, lamentó los excesos de la represión gubernamental argentina contra los jubilados que pedían un aumento en sus remuneraciones. Se vio la dureza de la persecución contra personas mayores y mujeres “En vez de pagar la justicia social el gobierno pagó con el gas pimienta, no es justo”. Dijo en esa ocasión.

Piedad con los migrantes

Francisco se puso en contra del muro de Donald Trump en su primer mandato en el 2016, dijo que “si el Presidente de EE.UU. construía muros, no era cristiano, porque construir muros en vez de puentes, no está escrito en los evangelios”.

En su segundo mandato le dijo a Donald Trump que “no debería ceder a las narrativas discriminatorias contra migrantes y refugiados, eso es infligir sufrimiento innecesario”.

Los grandes problemas del hogar y la sociedad

 A Francisco, nunca se le ha visto con poses de gran consejero. Siempre buscó soluciones para los grandes problemas desde la sencillez.

En el concepto de familia, por ejemplo. “La que te tocó es tu familia, no la juzgues. No hay familia perfecta. En una familia sucede de todo: encuentros y desencuentros, ofensas y perdones, pero siempre hay que perdonar y tolerar” 

Siempre quiso sumar y entender a todos: «no soy quién para juzgar a los gays, porque ellos también son hijos del Señor», dijo una vez. 

Francisco fue cristiano, sencillo, humilde, equitativo, justo y justiciero. Aceptó su humanidad y nos enseñó que las imperfecciones son nuestra contraparte existencial.

Por eso lo vamos a extrañar.

Francisco, el padre de la Iglesia católica, ahora es santo.