EN EL CAMINO APRENDÍ

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Anoche, un buen amigo me hizo llegar un bello poema, de esos que llegan a tocar las fibras más intimas de tu ser.

Este, en particular, es realmente hermoso y motivador, tanto así que quise compartirlo, pero como deber ser, busqué el nombre del autor para darle los créditos respectivos, más ¡Oh sorpresa!, encontré hasta tres versiones del mismo.

El primero muy parecido —casi igual al recibido—, al parecer escrito por Dhiaga Casaint, una bella venezolana que, según se describe ella misma en su blog, «Poetisa y escritora. Romántica y soñadora. De actitud positiva. Amo la música, la literatura, la historia y la escritura. Admiro el arte y su belleza. Creo fervientemente en el amor. No temo a los retos y jamás dejo de perseguir mis sueños».

Pero también encontré otras dos versiones —bastante parecidas entre sí—, atribuidas a Rafael Amor, un trovador argentino radicado en España desde 1974 y fallecido en el 2019 en Buenos Aires. Amor fue uno de los más significativos trovadores de su generación y sus canciones fueron grabadas por varios artistas, cómo José Larralde, Alberto Cortez, Facundo Cabral, Mercedes Sosa, Los Cuatro de Córdoba, Cantoral, Xavier Labandera y Los Sabandeños.

Todas estas versiones me parecieron muy buenas y acertadas en sus juicios. Si no comparte mi opinión, o sí, comente, esa es la forma de retribuir a los autores y fomentar el debate y la cultura.

Para terminar, cito a un ex presidente de los Estados Unidos vilmente asesinado por una conspiración::

«Si hubiera más políticos que supieran poesía y más poetas que entendieran de política, el mundo sería un lugar un poco mejor para vivir en él»

John Fitzgerald Kennedy

He aquí las 3 versiones:

EN EL CAMINO APRENDÍ
Por Dhiaga Casaint

En el camino aprendí
que todo momento pasa
y que la vida prosigue
que el tiempo nunca se cansa
y el ayer siempre se extingue.

Que ser niños es un juego
y jóvenes primavera
y que ambos se fusionan
cuando la vejez nos llega.

Que la pasión nos domina
y el miedo nos paraliza
que la costumbre es rutina
y todo apego esclaviza.

En el camino aprendí
que la gente a veces cambia
cuando el poder les convida
que aunque el dinero hace falta
jamás nos cierra una herida.

Que el dolor es fortaleza
y ser sumisos nos mata,
que la verdad nos libera
y la mentira nos ata.

Que la sapiencia enamora,
que nuestra mente hace magia,
que el trabajo no deshonra
y que el adiós es nostalgia.

En el camino aprendí
que la juventud no cesa,
cuando la vejez nos alcanza.

Que la escuela nos instruye;
pero se educa en la casa.

Que los sueños se persiguen;
pero la paz se construye.

Que la libertad se exige
y la soberbia destruye.

Que el perdón es una cura
que nos sana lentamente
y el rencor es un tormento
que nos perturba la mente.

Aprendí en mi caminar 
que los hijos no son nuestros 
sino gaviotas del mar y cuando crecen sus alas,
alzan el vuelo y se van.

Que un amigo es un tesoro 
que debemos valorar 
y la familia es el templo 
donde aprendemos a amar…

Que el mañana es muy incierto,
que la humildad engalana,
Que es la muerte certeza
y es la vida enseñanza.

Que Dios es la fuente de la Fe
Y es el Amor la Esperanza.

En mi caminar aprendí 
que la vida no se detiene 
y el tiempo pasa, 
por eso hay que vivir felices 
por si acaso no hay un mañana!

EN EL CAMINO APRENDÍ
Por Rafael Amor

En el camino aprendí,
que llegar alto no es crecer,
que mirar no siempre es ver
ni que escuchar es oír
ni lamentarse sentir
ni acostumbrarse, querer...

En el camino aprendí
que estar solo no es soledad,
que cobardía no es paz
ni ser feliz, sonreír
y que peor que mentir
es silenciar la verdad.

En el camino aprendí
que puede un sueño de amor,
abrirse como una flor
y como esa flor morir,
pero en su breve existir,
fue todo aroma y color.

En el camino aprendí,
que ignorancia no es no saber,
ignorante es ese ser
cuya arrogancia más vil,
es de bruto presumir
y no querer aprender.

En el camino aprendí
que la humildad no es sumisión,
la humildad es ese don
que se suele confundir.
No es lo mismo ser servil
que ser un buen servidor.

En el camino aprendí,
que la ternura no es doblez,
ni vulgar la sencillez
ni lo solemne verdad,
ví al poderoso mortal
y a idiotas con altivez.

En el camino aprendí
que es mala la caridad
del ser humano que da
esperando recibir,
pues no hay defecto más ruin
que presumir de bondad.

En el camino aprendí,
que, en cuestión de conocer,
de razonar y saber,
es importante
mucho más que lo que ví
lo que me queda por ver...

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EN EL CAMINO APRENDÍ
Por Rafael Amor

En el camino aprendí...
que llegar alto no es crecer.
Ni que escuchar es oír.
Ni lamentarse es sentir.
Que mirar no siempre es ver.
¡Ni acostumbrarse es amar..!

En el camino aprendí...
Que andar solo no es soledad...
Que la cobardía no es paz.
Ni se es feliz por solo sonreír.
¡Y que peor que mentir 
es silenciar la verdad!

En el camino aprendí...
Que puede un sueño de Amor
abrirse como una flor
y como esa flor morir...
Pero que en su breve existir: 
¡Es todo aroma y color …!

En el camino aprendí...
Que no es sumisión la humildad.
La humildad es ese Don 
que se suele confundir:
“No es lo mismo ser servil,
que ser un buen servidor…”

En el camino aprendí...
Cuando vayan mal las cosas 
como a veces suelen ir,
Cuando ofrezca tu camino 
solo cuestas que subir,
Cuando tengas poco haber 
pero mucho que pagar,
Y precises sonreír 
aún teniendo que llorar.

Cuando el dolor te agobie 
y no puedas ya sufrir...
Descansar acaso debes, 
pero nunca DESISTIR
¡CUANDO TODO ESTÉ PEOR, 
MAS DEBEMOS INSISTIR!

Nota: Todos estos versos han sido compartidos en Internet por muchos sitios y se están citando a sus autores, por tanto, no se está infringiendo sus derechos ni las leyes de derechos de autor.