Dos proverbios monosílabos de nuestro hablar castellano,
Sin aparentes en su sonoridad y significante tienen poderosas cargas conceptuales como péndulos minutero y segundero en el tic – tac de nuestras vidas.
Nos gobiernan a su antojo embolsando nuestras decisiones, envolviendo las voluntades a su antojo y conduciendo al hombre a la mediocridad y falacia.
Con una increíble facilidad verbal -muchas veces inconsciente e irracional – decimos SI ( afirmativo ) ante cualquier demanda sin previsión de su carga emocional y de responsabilidad
subsecuente:
Sí… juro… Te amo…extraño…
” prometo serte fiel y respetarte todos los días de mi vida hasta.”
Sí…no te preocupes…te pagaré sin falta mañana…
Sí …estaré puntual.
Sí… sin falta …su encargo estará listo para el sábado a la tardecita.Venga nomás.
Sí…voy a cumplir lo ofrecido cuando me elijan…Si me aceptas.
Y, caemos en la trampa de la falacia, la mentira, la hipocresía
engaño e irresponsabilidad ante la mascarada de la afirmación sin confirmación ni certeza.
Por su parte el NO también lleva antifaz; se viste de timidez, de ansiedad, prejuicio, miedo a lo desconocido, lejano, prefiere el confort emocional carente de osadía, fortaleza , intrepidez y orgullo para afrontar retos del propio existir y poner cara al sol.
Resulta grave la dificultad de aprender a decir No con firmeza ?
Repasar de vez en cuando nuestras conductas encajonadas,
reguladas por inercia emocional resulta necesaria, más bien imperante.
Decir SI … es obligación moral;
expresar No… es convicción.
intinpa
Lima 10 agosto 2023.