Esta nota, está circulando en las redes sociales:
«En un mundo plagado de noticias que diariamente nos hablan de delincuencia juvenil, drogadicción, asesinatos, asaltos, violaciones, invasiones de tierras, incendios forestales, etc. que nos llenan de angustia y consternación, hubo hace pocos días en nuestra ciudad una distinta que por tener ribetes especiales de humanidad y solidaridad nos enternecen y no podemos dejar pasarla así nomás, porque rompiendo esa vorágine de muerte y destrucción en la que consciente o inconscientemente nos hemos visto envueltos los habitantes de Abancay, se ha producido aquí un hecho casi insólito que es preciso destacarlo, porque, yendo más allá de sus protagonistas, constituye un potente mensaje a la sociedad, para decirnos que no debemos perder la fe ni el optimismo en la búsqueda de cambios positivos en la conducta de las personas.
El caso que captó nuestra atención se refiere al protagonizado por la niña Rouss Luana Leguía Pérez, de siete años de edad, que cursa el segundo grado, “B”, en Ia Institución Educativa N° 55003 de La Victoria, y la docente del mismo Plantel, Profesora Carla Abuhadba Barría. Resulta que cuando esta se aprestaba a iniciar sus clases, ingresó al aula la menor en medio de un llanto incontrolado, razón por la que al aproximarse para tratar de calmarla y preguntarle el por qué de su desesperación le contestó que su mochila, en la que se encontraban todos sus cuadernos, libros y útiles propios de sus estudios la había dejado olvidada por descuido en la combi en la que vino al Colegio; ofreciéndose, frente al drama ir de inmediato tras el medio de transporte en su motocicleta, logrando en efecto ubicarlo pero sin encontrar lamentablemente la prenda perdida. Meditando la niña, recordó que en el trayecto se había detenido en un kiosko a tomar un vaso de quinua antes de entrar a sus clases, a donde también se desplazaron en el acto, recuperando la bendita mochila completa que le devolvió la sonrisa a Rouss Luana, reanudando su tarea educativa, pasado el susto.
¿Qué podemos extraer del caso que nos ocupa? Seguramente, varias lecciones. Pero, sin duda, la más importante es la actitud de la docente que comprende que su desempeño no solo alcanza su tarea eminentemente académica circunscrita al aula, sino también conlleva el brindar ayuda y orientación a sus alumnos, dentro y fuera de la escuela.
La Institución Educativa La Victoria, que alberga una población estudiantil de 350 alumnos y 15 profesores, tiene como directora a la Prof. Isabel Sernades Triveño. Honor al mérito.»
