LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LA ESTUPIDEZ HUMANA

por Carlos Antonio Casas
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Reinicio

La Inteligencia Artificial convive con nosotros desde hace mucho tiempo, aunque muchos no se hayan dado cuenta.

Todavía depende de un programador, que es el que le da instrucciones para hacer determinadas tareas. Estas instrucciones, son llamadas prompt, y deben ser un cumulo de arte, técnica y ciencia para lograr buenos resultados, pero muchas veces, no lo son.

Para ejemplo, cito lo ocurrido con un sistema “inteligente” de un banco donde tengo un pequeño crédito. Me demoré unos minutos para completar un monto para la cuota mensual, pues solo se puede hacer hasta la 8 PM. Obviamente, tomaron todo el dinero que había en mi cuenta, hasta ahí, lo acepto. Desde las 7 de la mañana del día siguiente recibí muchas llamadas de ese banco, llamadas que hace el sistema y te comunica con un operador humano. Treinta se cortaron, sin establecer comunicación (se cortaban al contestar), y cuando una, por fin, duró lo suficiente y hablé con una persona, pude enterarme que ese cargamontón de llamadas era para cobrar S/.0.01 (un centésimo de sol), que era el monto que faltaba para completar el pago. ¡Inaudito! Una clara muestra de que cuando es un estúpido quien programa las computadoras, las computadoras solo hacen estupideces.

Pero, ¡qué se va a poder reclamar al banco!

Mi padre decía que los bancos son tan poderosos que hasta hicieron cambiar el Padre Nuestro. Antes se decía «…y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores», pero como el banco NUNCA perdona las deudas, hizo que ahora sea «perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden».

La Inteligencia Artificial, , puede maravillarnos y hacernos temblar al mismo tiempo, es tener un asistente virtual tan fiel como un perro, pero con la mente de Einstein. A veces es también como ese amigo que te reta a comer uchucuta purito, la IA puede volverse picante.

La IA puede equivocarse más que una bruja con un caldero roto y, si no la vigilamos, podría ser más incontrolable que un niño en una tienda de caramelos.

La IA tiene sus giros oscuros. ¿A quien no le ha pasado con los famosos correctores ortográficos?, donde dices «Iraidita» y lo cambia por «maldita».

La Inteligencia Artificial, es un genio con un toque de locura, productividad alucinante, diagnósticos médicos precisos, chatbots que nos hacen reír, autos que casi nos llevan al trabajo y asistentes virtuales que conocen nuestros secretos mejor que nuestro cónyuge.

¿Te has preguntado quién evalúa los CV’s que envías?, ¿Quién determina si puedes conseguir un crédito?, ¿Qué publicidad mostrarte?, ¿Quién hace las Predicciones del Tiempo?, ¿Quién hace las traducciones en las computadoras?, ¿Quién recomienda películas y series?, pues ¡Una IA!

LA IA determina que seguros se te pueden vender, pues basada en la estadística sabe hasta de qué moriras.

Los Asistentes Virtuales: Siri, Alexa, Google Assistant, las IA que te ayudan a buscar información, establecer recordatorios y más, son ahora más consultados que las personas, y mucho más creídos.

Y ahí están, los robots, listos para dominar el mundo mientras nosotros intentamos desactivarlos con un control remoto.

Pero cuidado, detrás de esa sonrisa cibernética, se ocultan muchos peligros.

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