Hoy, 8 de octubre, como cada año, los peruanos rendimos homenaje al gran Almirante Miguel Grau y recordamos el Combate de Angamos en el que, él y sus hombres, a bordo del Monitor Huáscar enfrentaron a una escuadra de la marina chilena en la denominada “Guerra del Pacífico”.
Por los hechos y la forma cómo murió el Gran Almirante, esta conmemoración es muy significativa para la Marina de Guerra, para los planteles educativos que llevan su nombre y para la historia del Perú.
En esta fecha, también recordamos, con cierta amargura, que el Monitor Huáscar luzca como trofeo de guerra en Chile, cuando por razones de amistad y buena convivencia, el gobierno chileno debería devolverlo al Perú, para sellar definitivamente esa herida, y desaparezca de una vez por todas ese sentimiento nacional que algún día habrá que recuperarlo a como dé lugar.
Desde niño, crecí viendo la figura del héroe de Angamos porque en la casa de mis abuelos había un cuadro con su legendaria figura y me matricularon en el plantel que lleva su nombre cuando el local funcionaba en la calle Arequipa.
Desde antes de ingresar al colegio me sabía el Himno a Grau porque mis tíos Hernán y Jorge Infantas que habían estudiado en ese mismo centro educativo, lo cantaban a voz en cuello con frecuencia.
Allí estudié hasta el cuarto de Secundaria porque me trasladé a Lima.
Hace algunos años atrás escribí una nota que lo publiqué cuando recién apareció los famosos blogs y lo repliqué en Facebook.
Y como la historia es la misma, no se puede cambiar, a continuación lo vuelvo a publicar, al menos en parte, para que se siga difundiendo la importancia de este plantel abanquino que lleva el nombre de Miguel Grau, porque es parte de la historia de la Región Apurímac. El mayor porcentaje de la población estudio en este colegio.
En la nota que escribí entonces, les contaba que “en esas hermosas noches de luna llena y estrellas que titilaban incesantemente en el firmamento abanquino, mis abuelos Andrés infantas y Adelina Castro tenían la costumbre de reunir a sus nietos al borde de la piscina o en el patio principal de la casa, conocida como “La Quinta Infantas”, para contarnos historias vinculadas a la capital apurimeña que muy poco se habían escrito ni tampoco figuraban en los archivos de la Municipalidad”.
Con relación al Colegio Miguel Grau, el emblemático plantel educativo donde, sin duda, estudió más de la mitad de los habitantes de Apurímac, mi abuelo contó que había sido fundado el 27 de junio de 1889, es decir a solo diez años del Combate de Angamos, por una Comisión de Delegados del Consejo Superior de Instrucción Pública.
Mi abuelo no estaba equivocado porque, consultando documentos y navegando a través del ciberespacio, pude verificar que, efectivamente un mes antes, el 16 de mayo de 1889, el Mariscal Andrés Avelino Cáceres entonces presidente del Perú, había enviado a todos los prefectos del País una circular, en el marco de una Ley de Instrucción Pública, aprobada en julio de 1888, exhortando a los prefectos que apoyen toda iniciativa destinada a la creación de Escuelas -Talleres en las capitales de departamentos.
En virtud de esta invocación presidencial, el prefecto de Apurímac, coronel Felipe Ruiz, convoca a una reunión de vecinos notables en su despacho. En esta cita los vecinos desestimaron la creación de las Escuelas -Talleres y lo que sí acordaron fue la creación de un Colegio Secundario.
Cabe anotar que, desde inicios de 1889, ya funcionaba en Abancay una entidad denominada “Comisión de Delegados del Consejo Superior de Instrucción Pública”, integrada por el Coronel Antonio de Ocampo y los señores Antonio Roberti y Gonzalo Aráoz, la misma que incluso contaba con una partida presupuestal. Fue esta entidad la encargada de designar una terna integrada por Agustín Pasapera, Mariano Medina y Manuel Tejada para que nombre al primer director.
Efectivamente, en sesión del 3 de mayo de 1889 la comisión nombra como director a Agustín Pasapera y acuerda la apertura del plantel el 27 de junio de 1889, fecha considerada como partida de nacimiento del Glorioso Colegio Nacional Miguel Grau de Abancay.
Los gestores más visibles de su creación fueron José Antonio Ocampo, Cipriano Ballón, Arturo Bocángel, Leoncio Cevallos, Agustín Pasapera, Miguel Benigno Callirgos, José Castro, José Manuel Perea, entre otros notables ciudadanos.
En principio se propuso como nombre del plantel “Colegio Angamos”, pero luego de evaluar una serie de argumentos, en definitiva se acordó llamarlo Colegio Nacional “Miguel Grau”.
La primera plana docente estuvo integrada por el propio director Agustín Pasapera, el Sub Director Néstor Castro y los profesores: Benigno Callirgos y Jorge Mauriscot.
Al director Pasapera le sucedieron el Rev. Fray Armando Bonifaz, los padres mercedarios: Apaza, Troncoso, Arsenio, Ibáñez, los profesores Nicolás Cárdenas, el Dr. José Antonio Aráoz, Dr. Julio Baca Arenas, Dr. Nazario Aranibar y el profesor Uldarico Parra.
En 1896, por razones políticas y ante las dificultades para la contratación de profesores, el colegio es clausurado. Se dijo que los representantes de Apurímac en el Congreso, José Genaro Gamboa y Justo Niño de Guzmán, durante la legislación ordinaria de 1895, fueron quienes plantearon la clausura, hecho que fue condenado por la sociedad abanquina y apurimeña.
Se ordenó su reapertura por gestión del diputado por Abancay Enrique Martinelli Tizón, con el apoyo de su colega Rafael Grau, hijo del héroe de Angamos y Ministro de Educación.
La reapertura fue autorizada mediante Decreto Supremo firmado por el entonces presidente de la República Coronel Oscar R. Benavides.
El 30 de abril de 1914 se entregó la regencia del Colegio a la orden Mercedaria, bajo la dirección del Padre Fray Armando Bonifaz, hasta 1930, año en que se produce una huelga estudiantil, por lo que se decide cancelar el contrato con la Orden Mercedaria.
Fray Armando Bonifaz, fue un sacerdote muy querido que enseñaba en la primaria y se caracterizaba por su gran oratoria sobre todo en los sermones de las siete palabras de Semana Santa. También fue fundador del Colegio Nuestra Señora de La Merced de Huacho.
A partir de esta fecha asume la dirección del Colegio el Dr. Antonio Aráoz, y funciona como colegio mixto hasta 1938, año en que se crea el Colegio Santa Rosa.
A partir de 1938, cuando deja de ser Colegio Mixto, asumen la dirección los profesores el Dr. Luis Vega Centeno, Dr. Genaro Fernández Baca, Dr. Juan G. Zela Koort y el Dr. Alejandro Coello.
En 1940 se realiza una huelga estudiantil, que propició la separación de varios docentes.
En 1948, otra huelga, esta vez de los alumnos, obliga al director Alejandro Coello a renunciar. En su reemplazo es nombrado Genaro Fernández Baca, padre del Gral. Marco Fernández Baca, ex ministro de Energía y Minas y Graciela Fernández Baca, ex jefa del instituto nacional de Estadística y Censos.
El 10 de marzo de 1949 asume la Dirección el Dr. Alejandro Olivera Vidal y en 1953 fue reemplazado por el Dr. José Contreras Duclós. A este le sucede el Dr. José Torres Lara, seguido por los profesores José Gonzales Paiva, Héctor Estrada Serrano, Carlos Márquez, Guillermo Viladegut Ferrufino y en 1959 se hace cargo de la Dirección el Dr. Antonio Manzur Barrios.
Tuve la oportunidad de estudiar bajo la dirección de estos últimos directores, desde 1954, año en que ingresé al cuarto de Primaria. El Dr. Manzur Barrios fue mi último director hasta el Cuarto de Secundaria año en que viajé a Lima para terminar mis estudios secundarios.
El 6 de abril de 1962, el Dr. Antonio Manzur Barrios, logró que el antiguo Colegio Miguel Grau, sea elevado a la categoría de Gran Unidad Escolar. Luego viaja a Lima a ocupar un alto cargo en el Ministerio de Educación.
En su gestión se efectuó una importante reorganización funcional del plantel y fue quien gestionó las partidas presupuestales para la construcción de dos pabellones en el terreno adquirido en el Barrio de Chinchichaca. Por su sorpresivo traslado a Lima, el Dr,. Manzur fue reemplazado por el profesor Mauricio Guerrero.
En 1964 el Profesor Ramiro Peralta Rosas asume la Dirección , quien con apoyo del diputado abanquino Melitón Casaverde Río, concluye el saneamiento de la propiedad del terrenos de Chinchichaca. Le sucede en el cargo el Profesor Marcelino Chamorro Vizcarra pero, junto con el profesor Carlos Ojeda Alva, son destacados a la Dirección Departamental de Educación. En reemplazo de Chamorro, los docentes en asamblea eligen como director al profesor Juvenal Pinares Tomaylla.
En 1987, Pinares es reemplazado por el Profesor Raúl Ninapaitán Costa a este le suceden los profesores Jesús Sequeiros, Juan Soto Necochea, Hermogenes Rojas Sullca, Alejandro Huamán y Gil Maldonado.
El 4 de diciembre del año 2000 el plantel asume una nueva denominación: Colegio Integrado, bajo la dirección general del profesor Luis M. Contreras Vega, acompañado por el Profesor Héctor Taipe Soto, en la Secundaria y en la Primaria el profesor Nicanor Ccasa.
El 2003 asume la Dirección General el Prof. Danilo Luna Valer, secundado por los profesores Gil Maldonado Chirinos, María del Carmen Tapia Araujo y Bernardo Rojas Avilés.
Para mi abuelo y para muchos abanquinos, entre los directores más destacados en aquella época, además de los fundadores, sobresalen el padre Ibáñez, Nazario Araníbar, José Antonio Araoz, Antonio Zelacurt, Arístides Altamirano, Uldarico Elías Parra, Guillermo Zelacurt, Baca Arenas, Alejandro Olivera y Vidal, conocido más como “el fiero” Olivera, uno de los más apreciados directores por su impulso al arte y la cultura.
Otro de los recordados y queridos directores fue Guillermo Viladegut Ferrufino, conocido como “el papi Vila” profesor en la secundaria y uno de los pioneros del periodismo en Abancay, director del diario La Patria.
En la plana docente destacaron Don Manuel Ballón, padre de Aurora, Haydee y José Manuel. el cusqueño Fray Visitación López, Con el paso de los años, también sobresalieron enseñaba Historia Antigua, Religión y fundamentos del Dogma Católico, además de Historia Griega y Romana, el Padre Cárdenas y el Padre López, Víctor Santander Casselli, Juan Antonio Aráoz, quien falleció en un lamentable accidente en 1933 junto con el prefecto Velasco, cuando la carretera solo llegaba hasta el abra de Socllaccasa.
Con el paso de los años, sobresalieron Marcelino Chamorro, Bernardino Miranda (Destacado matemático), Arturo Bocángel, César Miranda Garay (Profesor de la primaria),Juvenal Pinares, Carlos Francisco Ojeda, Efraín Viladegut (Profesor de la primaria), Edgar Núñez Bernal, Jaime Cugat, Adolfo Jiménez, José María Pérez Rubial y Leonidas Valer Pinto, (Director de la primaria durante 26 años).
En la Primaria , Cuarto y Quinto, tuve la suerte de ser alumno de los destacados profesores César Miranda Garay y Efraín Viladegut, ambos de reconocida trayectoria educativa. Recuerdo, asimismo, al regente José de la Cuba. En esa misma época los inspectores eran Julio Acosta y Alberto Neme, este último fue también el primer locutor que tuvo radio Municipal de Abancay.
En ese tiempo eran muy pocas las damas que enseñaban en el plantel. Entre las que dejaron una huella muy profunda se encuentra la doctora Lucía Alarcón, profesora de larga trayectoria en el magisterio nacional, a quien se le rendía tributo en todas las actuaciones del Colegio por ser la docente que más destacó en toda su historia. Cesó como directora de otro prestigioso plantel que, por coincidencia, también lleva el nombre del insigne héroe de Angamos, la GUE Miguel Grau de Lima.
Otras de las damas que trabajaron como profesoras en el Miguel Grau de Abancay fueron las hermanas Hilda y Julia Triveño, de notable carrera magisterial.
En esas noches de tertulia con mi abuelo, sus nietos lo escuchábamos con especial interés porque todos los varones estudiábamos en el Grau. Y cuando él no alcanzaba recordar algunos nombres, mi abuela Adelina, mis tías Elsa y Aurora y mi madre Estela Infantas, intervenían para refrescarle la memoria. Por ellas me enteré que también habían pasado por mi querido plantel como profesores, y otros como alumnos, los hermanos Mauro y Luis Ocampo, el primero aviador y el segundo Médico. Igualmente, Augusto Villacorta quien llegó a ser Ministro de Gobierno en la época de Odría, mi tío Liborio Castro quien se convirtió en mecánico de aviación después de estudiar en un instituto superior en Lima. Fue él quien armó el primer automóvil que llegó a Abancay, de propiedad de don José Díaz Bárcenas, entonces presidente del organismo encargado de la construcción de la carretera. Mi abuelo me contó que el vehículo se había llevado pieza por pieza a lomo de bestia en el año 1917, el mismo año en que nació mi madre, por eso mi abuela no lo olvidaba.
También pasaron por el Grau los hermanos Roberto y Luis López Galarreta, ambos curahuasinos, hijos del profesor de primaria Fabian López. Luis llegó a ser director en el Ministerio de Educación. Otro distinguido alumno fue Don Julio Crisanto Peralta Canaval quien, luego de graduarse de profesor. llegó a ocupar el cargo de Director Regional de Educación. Asimismo Blecker Alfaro, Leonidas Robles, Oscar Montes, César Ballón, este último hacendado de Lambrama y padre de los ingenieros Darío y Juan Ballón.
Entre otros destacados exgrauinos figuran Pancho Sobrino, Manuel Puccini, Mariano Ocampo, Nemesio Luna, Alvaro Luna (padre de Juan y Mario Luna), Leopoldo Vllacorta, mi abuelo Andrés Infantas Rivas y sus hijos Hernán (Abogado) y Jorge (Médico veterinario), Leopoldo Villacorta, Aquiles Berti, Juan Pablo Ramírez Bocángel, (padre de Hugo, Edgar,Juan,Percy y Edy), Eugenio Rivero, gran futbolista, (padre de Sandro, Carlos, Celina, Rosa y Billy Rivero), el dentista Oscar Tejada Pinto, el capitán de la policía José Casas Valencia, de quien se decía que era uno de los alumnos más terribles, peor que Jaimito, el muchachito de los cuentos atrevidos. Se cuenta que un día que se fue a confesar le dijo al cura: “Padre he cometido un pecado muy grande: he pisado a una mujer” Yel cura le respondió: “Bueno hijo a partir de ahora tienes que caminar con más cuidado y mirando el piso ¿ya? Anda reza dos padrenuestros y puedes comulgar.
Y mientras tomábamos un chocolate caliente con taparacos y panes de pasas, mis abuelos recordaban que cuando ellos eran todavía jóvenes, en 1910, se había producido un hecho inolvidable, el paso del cometa Haley. Para no perderse este gran acontecimiento, muchos vecinos de Abancay se volcaron a “la quinta Infantas” y a la pampa de propiedad de la familia Canaval, donde se quedaron toda la noche y comiendo opiparamente. Otro grupo se reunió en el antiguo local del colegio, ubicado por entonces en la calle Miscabamba de propiedad de don Samuel Carpio. En esta misma calle también vivía la familia Batallanos.
Cuando el colegio se convirtió en mixto, se matricularon las hijas de conocidas familias abanquinas, entre ellas las niñas Rosario Huerta, las hermanas Magda y Chabela Letona, Lucía Alarcón, Carmela Silva de Boloarte, Matilde Cárdenas, Córdula Flores, Julia Fernández, Clorinda Chauca, Mercedes Rios, Mercedes Sierra, Esther Cáceres, las hermanas Elsa, Esher y Estela Infantas, Esther Pinto, Esther Urrutia, Armida Canaval, Estela Pinto, las hermanas Carlota y Blanca Uribe, Aurora Dongo y las hermanas Cecilia y Olga Miranda Garay.
Vale la pena recordar que el local ubicado en la esquina de las calles Arequipa y Cusco, fue donado por la Junta Departamental de Apurímac cuando se desempeñaba como jefe de este organismo Antonio Casas, padre de Julio Casas. En 1962 se traslada al barrio de Chinchichaca.
La historia de la Primaria se inicia en 1914 bajo la Dirección del Rvdo. Fray Armando Bonifaz. Empieza a funcionar el con 70 alumnos, siendo profesores los señores Emilio Bonifaz, Salvador Valenza, Bernardino Ibáñez y el R.P. López.
Posteriormente y en forma oficial la sección primaria se creó a petición de todos los docentes del nivel secundario e inicia su funcionamiento todavía en el local de la esquina de los jirones Arequipa y Cusco, fueron sus primeros profesores César Miranda Garay y Efraín Viladegut Gutierrez.
Cuando el plantel se traslada a Chinchichaca asumen la Dirección los profesores Efraín Viladegut, Leonidas Valer Pinto, Isaac Dávalos, Jorge Ugarte, Braulio Merma, Danilo Luna, César León, Luis Contreras Vega, Nicanor Ccasa Ccasa y Teófilo Olivera Vargas.
Desde el año 2015 funciona la subdirección habiendo asumido el cargo la Prof. María Esther Trujillo Pinto, en 2016 la Prof. Lidia Warthon Cárdenas, el 2017 el Prof. Edgar Soto Espinoza y el 2018 asume la subdirección la Prof. Lidia Genara Salazar Huamán y luego la profesora Yolanda Marleny Sequeiros Salcedo.
El Grau no solamente destacó en la formación intelectual de sus alumnos, sino también en el deporte, sobre todo en el fútbol donde brillaron con luz propia Zoilo “Chivo” Acosta (Centro delantero) Justo Luna, Florencio Puelles, Eugenio Rivero (Delantero de notable shot), Angel “Ucuyco” Fernández, Raúl “Loco” Luna, Miguel Espinoza (De shot matador), Luis Novoa, José “El zurdo” Jiménez, Guillermo Chipana (Wing ), “Sihuas” Villegas, Jesús “Chivo” Acosta, Juan Pinto Echegaray, Adolfo Corro (back), Edgar Peralta Villegas (Zurdo), Juan “Chotello” Tello Urbiola (Arquero), Elio Rojas (Arquero), Manfredo “Winco” Sánchez, Américo “El loco” Calderón (Arquero), Saúl Jiménez (Volante), Carlos Garay Vallenas, Orestes Santander, Agustín “Acuti” Acosta López (Arquero), Los hermanos Pepe, Nilo, Walter, Humberto y Boza Castañeda Grau, Alfredo Herrera, Máximo “Machi” Salazar Castro, Celso “Chato” Uribe, Waldemar Cárdenas, los hermanos Tulio y Hugo “Fusi” Loza, Armando Naveda, José “sapo” Garay Vallenas, Ausberto “Acuto” Montúfar, los hermanos Amilcar y Julio Prada, Joel Gutiérrez, Angel Pinto, Atilio Almanza, Jorge “Coco” Silva, Hernán Cortez, Vlady Rado, Edy Valer, Joselo Valenza, Augusto Palacios, Benjamín Reynoso, Rubén Miranda, César “El loco” León, Chano “Loro” Barrientos, Lucho Chenet (Arquero), “Pichinco” Mendoza, Julio “Chivo” Acosta Vedia, Joaquín “Chuño” Batallano, Miguel Tolentino y otros que hicieron la gloria del Grau.
El colegio tenía dos equipos, el que llevaba el nombre del plantel y el “8 de octubre” donde militaban, entre otros, el padre Washinton “Wachi” Altamirano, párroco de Huancarama, los hermanos Germán y Basilio Quispe, Rodolfo “Rodi” Caller y Ernesto “Secas” Zavala.
Entre los deportistas que defendieron con honor los colores del Unión Grauina está Raúl Pereyra Castillo, quien también integró la selección de Apurímac. Incluso llegó a jugar en el Garcilaso del Cusco y terminó su carrera en el Agronomía, equipo de la primera división del balompié cusqueño.
Como la mayoría de abanquinos, yo le tengo especial afecto al Colegio Miguel Grau porque, parte de la primaria y secundaria, estudié en este histórico plantel. Mis primeros pasos los di en el Jardín de la Infancia que dirigía la señorita María Julia Contreras, luego pasé a la Escuela Prevocacional 661 y desde el Cuarto de Primaria hasta el cuarto de secundaria estudié en el Colegio Grau para terminar mis estudios secundarios en Lima.
Hay pues mucho que contar de mis años en la vieja casona de la calle Arequipa, de mis inolvidables momentos en la plaza de Armas para ver el paso de las chicas del Santa Rosa, El pintado e iluminación del Quisapata los paseos de antorchas en la víspera del 8 de octubre, las excursiones a Andahuaylas, Cachora y al Ampay, las salidas al Pachachaca, el Quisapata, Aymas y La Granja y, claro, de mis “chitas” en el Mariño, El Olivo y Puca Puca.
A lo largo de su historia el Grau tuvo varias denominaciones. Desde su fundación hasta 1962 fue Colegio Nacional Miguel Grau. A partir de esta fecha hasta 1987 se convirtió en Gran Unidad Escolar Miguel Grau. Luego, Centro Base Modelo 1 Miguel Grau y Colegio Secundario de Menores Miguel Grau. A partir del 2000 se le llamó Colegio Integrado Miguel Grau. En el año 2008 se le declaró Como Institución Educativa Emblemática Miguel Grau. Cabe destacar, asimismo, que el 8 de octubre del 2008 fue declarado por el Instituto de Cultura como Patrimonio Cultural y Emblemático de Apurímac.
Y para completar esta parte de la historia, porque la otra debe ser escrita por las nuevas generaciones, no puede faltar la letra del Himno a Grau que alumnos y docentes lo cantábamos a todo pulmón y con el pecho henchido de orgullo.
Gloria a Grau, quien triunfante pasea
por los mares, el patrio pendón.
Que cual llama sagrada flamea,
entre el humo y el tronar del cañón. (Bis)
(Estrofa)
Es altar cada pecho peruano
donde se alza su imagen bendita;
nuestras mentes conservan escrita,
su memoria con limpio fulgor.
Que al vibrar los belígeros bronces,
en la lucha tenaz se agiganta,
de la patria la enseña levanta,
y la cubre de lauros y honor.
(Coro)
¡Gloria a Grau, quien triunfante pasea
por los mares, el patrio pendón.
Que cual llama sagrada flamea,
entre el humo y tronar del cañón. (Bis)