LEER A LOS NIÑOS ANTES DE DORMIR

HACIENDO MENTES BRILLANTES Y CORAZONES CERCANOS

Fomentar la lectura solo trae beneficios, es algo en lo que todos estaremos de acuerdo, si lo preguntamos en público, pero en la práctica ¿Cuántos leemos?, ¿Cuántos adquirimos libros?, ¿Cuántos estamos fomentando la lectura?

Una de las cosas maravillosas de la paternidad es el poder disfrutar del placer de inmiscuirnos y poder atisbar en los mundos de fantasía, de nuestros hijos. Yo quería tener 12, pero el Señor es más sabio, y me dio 1 hijo más 11 sobrinos, en realidad doce hijos, a los que disfrute a más no poder y con la ventaja de que soy responsable solo de uno.

Con todos ellos, pase grandes momentos leyendo, algunas veces por las noches, justo antes de que se durmieran, leyéndoles cuentos para inducirles gratos sueños mientras ellos luchaban por permanecer despiertos. Entonces surgían los momentos mágicos en que nos adentrábamos juntos en mundos de fantasía, y de paso se creaba buenos hábitos.

Leer a los niños por las noches es una de las mejores formas de fomentar la lectura y es tan fácil y gratificante hacerlo, pues genera una conexión, una hermosa sensación de complicidad que dura para toda la vida.

Por ello, no entiendo cómo muchos papás se privan de ese dulce placer y con ello niegan a sus hijos la posibilidad de ser mejores personas.

Es triste saber, de acuerdo a las estadísticas que, cada vez son más los niños que se duermen sin oír el susurro de una voz que les lea alguna historia porque sus padres no saben leer o son analfabetos funcionales.

Promover la lectura en los más pequeños no solo es crearles buenos hábitos para que después no dependan tanto de celulares, tabletas y televisores, que muchas veces les ocasionan daños permanentes en sus cerebritos que están aún moldeándose.

Investigadores franceses y norteamericanos afirman que los niños que pasan horas viendo imágenes digitales son más susceptibles a tener retrasos en la comprensión lectora y podría generar otras serias consecuencias en la salud mental y ocular.

En un país como el nuestro en el que los índices de comprensión lectora son tan bajos en todos los niveles, es urgente que recuperemos la costumbre de leer a los niños en voz alta, y no solo por las noches, en todo momento en que se pueda, en el hogar y en la escuela, recreando hábitos que harán de ellos seres capaces de comprender y comprenderse, y además, crear vínculos de amor indestructibles.

Pero hay otras formas de fomentar la lectura, una buena forma es poner audiolibros cuando se va en el coche, de esa manera todos están atentos y el conductor no se distrae de su labor, pero a la vez, se está compartiendo en familia historias fabulosas, que luego nos darán gratas horas de conversación.

Compartir cuentos con los peques es una forma valiosa de nutrir su crecimiento lingüístico. Les regalamos la maravilla de palabras nuevas y les mostramos cómo el lenguaje puede ser una puerta hacia el conocimiento del mundo que los rodea. Esto les allana el camino para explorar nuevos horizontes cuando den sus primeros pasos en la escuela y si ya están en ella, ayuda en su proceso formativo, les permiten imaginar, descubrir, viajar en el tiempo y en el espacio y conocer mucho más sobre el mundo que los rodea, y además,

¡Es un regalo de amor y sabiduría!

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