13.04.2025: Lima anochece con la noticia de la partida del único premio nobel de literatura del Perú: Mario Vargas llosa. El hecho se veía venir, RPP había anunciado un reportaje por el cumpleaños 89 en su fecha natal el Lunes 28 de marzo. Vargas Llosa no apareció. Habló por él Álvaro Vargas Llosa, su hijo.
¿Qué había pasado?
Mario Vargas Llosa había amanecido indispuesto y no era posible que hablase frente al micrófono de RPP. Trascendió que su voz estaba totalmente rasgada y se mostraba disfónica.
En esas condiciones era imposible efectuar una entrevista en un reportaje sobre el universo de sus personajes y escenarios. Inseguro y tímido apareció Álvaro hablando de su padre, disforzando sonrisas y amenidad. Era visible su nerviosismo, no podía esconder el temblor de su voz ni la melancolía de sus descripciones.
A partir de ese día no se supo más del Nobel Peruano de Literatura, ni la naturaleza de su quejido, ingresábamos en la cuenta regresiva de las horas. ¿Cuántas quedaban? Sólo Dios lo sabía, hasta que 14 días después llegó el desenlace.
Sus hijos anunciaron el domingo 13 de abril que Mario, su padre, había fallecido y pedían respeto por las exequias que se llevarían en absoluta privacidad.
¿Cuál es la herencia que deja?
El mundo habla de la universalidad de sus obras, la Fundación Nobel del número de obras que circulan en varios idiomas, sus adeptos de la valentía de haber salido a las calles de Lima a defender la libertad.
Alan García en el paroxismo de su delirio había anunciado la nacionalización de la banca y el Banco de Crédito se defendía con uñas y dientes con la ley en la mano.
Mario Vargas Llosa, escogió el camino de la libertad y pasa de la palabra a la acción y defiende el valor del verbo “ser peruano y ser libre”.
Entonces nos enseña el valor libre del pensamiento y de la palabra.
La palabra chispeante que describía la inflación galopante que golpeaba a los peruanos encontró terreno fértil para iniciar un movimiento que luego sería el amplio frente de defensa de la libertad.
La palabra como cápsula de la emoción que contiene la libertad, explosionaba en las calles de Lima. Alan García no se lo imaginaba, vivía en la burbuja del populismo que produce la entrega fácil del dinero que no tenía valor.
La nacionalización de la banca y el anuncio soterrado de confiscación de los medios de comunicación, iban a terminar por hartar a la gente la inutilidad de un camino errático del manejo de la economía nacional.
Pero Alan García le devolvería la moneda de cambio cuando Mario se lanzó de candidato a la presidencia del Perú para corregir el rumbo económico y recuperar la libertad. Los activistas del Apra entonces, desataron una feroz campaña contra el shock económico y apoyaron a Alberto Fujimori ocasionando la derrota de Mario Vargas llosa en las urnas.
Sin embargo, el triunfo de la libertad se vería años después al observar el variopinto desfile de presidentes por la escena política cada quien con mayor o menor número de falsedades y mentiras y todos tras las rejas o acusados de actos reñidos con la honradez.
Vargas Llosa destacaría políticamente por su proclama por la verdad y la sinceridad de sus ideas y sus programas. Nunca cambió de parecer.
¿Y de la literatura y sus formatos?
La novela, el teatro, el ensayo, las columnas periodísticas, el cuento, son formas narrativas en las que ha inscrito su ingenio y sus observaciones.
En todos esos moldes nos ha hablado en primera o en segunda persona y en impersonal. La narración, en este caso, ha hecho las veces de cámara de vídeo, describiendo personajes, hechos y escenarios.
Vargas llosa desde “Los Jefes” escrita en impersonal, luego en primera persona en plural, reproduce los diálogos de los personajes, regresando en la narración al impersonal. Publicada en 1959, “Los Jefes” antologa sus primeros cuentos.
Luego aparecería “La ciudad y los perros” dibujándonos el autoritarismo, la sumisión y la rabia contenida. La diversión en primera persona poniéndose como personaje de la novela aparecería en “La Tía Julia y el Escribidor”.
El manejo de los escenarios y el suspenso vendrían en “¿Quién mató a Palomino Molero?”. Aparecen los planos geográficos no muy fáciles de manejar y las transiciones de los tiempos y la aparición y reaparición de personajes.
El policía Lituma, personaje dedicado a investigar la terrible muerte de Palomino Molero reaparece en “Lituma en los Andes”, 7 años después, para investigar las atrocidades de los crímenes en las serranías del Perú estrellándose con las desigualdades sociales.
Conversación en el Aeropuerto del Cusco
Un día de 1981, me habían sido comisionado en Radio “El Sur” para esperar al Senador Gastón Acurio para entrevistarlo a su llegada al Aeropuerto Velasco Astete sobre la construcción del Hospital Regional de la Seguridad Social de Cusco.
Al subir al segundo piso del aeropuerto para tomar un café, grande fue mi sorpresa ver a Mario Vargas Llosa completamente solo abriendo un periódico de par en par saboreaba un aromático café de Cusco. Vestía un saco de twit de lana color camello, camisa blanca, sin corbata y con una bufanda negra de seda que le cubría el cuello, pantalones oscuros muy elegante.
Yo, iba con casaca gruesa, jeans azules y con una grabadora Panasonic de casete al hombro. Por entonces, Vargas Llosa dirigía un programa de reportajes de gran sintonía en Panamericana Televisión “La Torre de Babel” iba los domingos a las 7 de la noche como antesala de “Panorama”.
Confieso que yo era un periodista aún imberbe, no era un entrevistador experimentado pese a que ya contaba con 27 años. Temeroso me acerqué, lo saludé y él juntando las hojas del Diario “El Comercio”, me extendió la mano. Le pedí entrevistarlo para Radio “El Sur de Cusco”.
- Encantado joven. En unos instantes empalmo mi viaje a Lima.
Encendí la grabadora y eché a caminar la cinta.
- Ud. Es el célebre autor de “La Tía Julia y el Escribidor”, Dr. Mario Vargas llosa ¿Viene a Cusco o pasa por Cusco?
Sonrió y dijo:
- “La Tía Julia”. ¿La leyó? ¿Quién le interesó más Julia o el escribidor?
- Me divirtió la Tía y el Escribidor, es interesante por sus aprendizajes, le contesté.
Pero tenía que retomar rápidamente la delantera, sino al final yo iba a ser el entrevistado.
- ¿Por qué ríe recordando a la Tía Julia?
- Porque es una novela romántica y divertida.
- Mire usted… pero usted ahora dirige “La Torre de Babel” ¿Dejará la literatura para dedicarse al periodismo televisivo?
- No iQué ocurrencia… “La Torre de Babel” es solo una ocupación transitoria mientras me voy a Paris donde proyecto quedarme buen tiempo.
Así la entrevista transcurrió entre preguntas y respuestas sobre el programa televisivo y su paso por la radio. Dijo que narrar noticias fue una tarea fascinante en sus inicios de escritor.
Ahora Mario Vargas Llosa, se lleva sus memorias, su inventiva, su disciplinada manera de investigar y de maquetear sus escenarios y su singular estilo de pasar en su narrativa de un tiempo a otro y de una escena a otra desplazando por diferentes planos a sus personajes.
Un maestro de la narrativa literaria.
Adios Mario Vargas Llosa. Gracias por lo que significaste para los escritores imberbes. Gracias por tus grandes aportes. Y por haber paseado por el mundo el nombre del Perú.