Cinco claves que todo emprendedor debe conocer antes de vender lo invisible
Las páginas de Peruanísima, con el apoyo de Multimedia Perú se abren hoy con una serie inédita de artículos sobre marketing y servicios digitales. Una apuesta que combina análisis serio con mirada creativa, porque el mundo de los negocios también necesita poesía y un poco de humor.
El punto de partida no podía ser otro: entender qué hace tan particular al marketing de servicios. No hablamos de vender panes calientitos en la esquina ni botellas idénticas de gaseosa. Los servicios son otra liga: invisibles, irrepetibles, humanos hasta la médula. Y aquí entran las cinco claves que todo emprendedor debería grabarse como mantra de cabecera:
- Perecibilidad
- Intangibilidad
- Variabilidad
- Inseparabilidad
- No propiedad
Perecibilidad
Los servicios tienen fecha de vencimiento inmediata. Se esfuman si no se consumen. Imagínate un avión que despega con asientos vacíos: esa plata ya no vuelve. A diferencia de un saco de papas que puedes guardar para la sopa del domingo, el asiento vacío se perdió en el aire, literalmente. Como dijo Borges: «El tiempo es el mejor antólogo, o más bien el único». Y en servicios, ese antólogo no perdona.
Intangibilidad
Con los productos es fácil: los ves, los hueles, hasta los golpeas un poquito para ver si están firmes. Con los servicios, en cambio, hay que confiar. Una póliza de seguros, por ejemplo, no se palpa ni se huele; se elige por lo que promete, por la reputación de la empresa, por lo que cuenta el primo que ya la probó… o por lo bonito que luce el escritorio del agente. Aquí la confianza es la vitrina.
Variabilidad
Los productos suelen ser parejitos. Una Coca-Cola sabe igual en Lima, en Huancayo o en Nueva York. Pero con los servicios, el factor humano manda, y con él, las sorpresas. Un día tu peluquero está inspirado y te deja peinado como estrella de cine; al día siguiente, quién sabe, sales como protagonista de comedia. La variabilidad es inevitable, y allí está tanto el reto como el encanto.
Inseparabilidad
Los servicios no viajan en cajas ni en bolsitas. Se consumen en el mismo momento en que se producen. Nadie puede llevarse a casa la habitación del hotel ni un masaje de spa en un tupper. Hay que vivirlos ahí, en tiempo real, junto al proveedor. Por eso el marketing de servicios tiene que pensar en experiencias inmediatas, irrepetibles. Como dijo Octavio Paz: «El presente es perpetuo, es eterno».
No propiedad
Y aquí viene el golpe final: un servicio no se posee, se disfruta mientras dura. Pagas por entrar, no por llevártelo. La habitación del hotel, la consulta médica, el asiento en el avión… todos son préstamos de experiencia, no objetos para acumular. Incluso la tarjeta del banco no es un tesoro en sí, sino la llave para usar lo que realmente importa: el servicio.
Cierre
Al final, el marketing de servicios nos recuerda que vendemos momentos, confianza, experiencias que desaparecen apenas se viven. No es poca cosa: exige creatividad, empatía y un toque de picardía. Porque un servicio bien diseñado no se queda en la transacción: se convierte en recuerdo, en recomendación, en fidelidad. Como decía Aristóteles: «Somos lo que hacemos repetidamente». Y en el mundo de los servicios, lo que hagas hoy puede ser la chispa que haga que mañana ese cliente vuelva… y esta vez no viaje en el asiento vacío.
✨ En Multimedia Perú somos especialistas en Marketing y Servicios Digitales. Nos encantará conversar contigo y explorar juntos la posibilidad de hacer negocios donde no solo tú y nosotros ganemos… sino que también nos llevemos algo más valioso: experiencia compartida, aprendizajes y buenas historias que contar.