Estimadísimo Carlos:
Con el corazón henchido de regocijo, me sumo al festejo del primer aniversario de “Peruanísima”, la exquisita revista digital dirigida por Carlos Antonio Casas Suárez. Él, con su pluma magistral, nos deleita constantemente con historias, vivencias y pensamientos que, hoy más que nunca, son un faro en medio de la turbulencia, guiándonos a forjar nuestro propio criterio y estimulando nuestra capacidad de reflexión.
Con encomiable tino, Carlos Casas ha dado vida a este portal digital, erigido como baluarte para difundir la lectura y predominantemente cobijado bajo los motivos de nuestra amada Abancay. Entiendo que “Peruanísima” posee una vocación universal, y le auguro a su creador que siga bregando con ahínco para esparcir la riqueza que atesoran nuestros Andes peruanos.
En efecto, esas historias, noticias, vivencias, anécdotas y ocurrencias que emergen del diario vivir, al ser plasmadas en letras, ayudan al lector a sumergirse en la profundidad del pensamiento, ejercitando su imaginación y dotándolo de un acervo cultural y de una aguda capacidad crítica.
Estoy convencido de que los lectores de “Peruanísima” disfrutan del caudal de humanidad que encierra nuestro terruño, a semejanza de los preciados minerales que son extraídos de las entrañas de la Pachamama. Hay tanto por contar, y es lo que están haciendo, con esmero, los diversos autores que publican en esta encomiable revista.
Nosotros, los que nos hemos iniciado en la apasionante aventura de escribir, sin proponérnoslo, difundimos al mundo que, en los Andes bañados por el padre Sol, de intensos cielos azules y ríos que, aunque cada vez menos, aún conservan su pureza; donde la vida urbana o rural encierra riquezas inagotables. Quienes hemos vivido entre las altas punas y especialmente en las cercanías de “Los Ríos Profundos” del ilustre Arguedas, somos hijos del gran “Apu hablador” y, precisamente por eso, tenemos mucho por legar a las futuras generaciones, abrir nuestras almas al mundo mediante las letras
Finalmente, lo mejor que puede sucederle a “Peruanísima” es que llegue a millones de lectores. Agradezco a Carlos por dar cabida a mis sencillas ocurrencias, que, pese a su simplicidad, atesoran un profundo cariño por nuestra cultura. Asimismo, aprovecho la ocasión para saludar efusivamente a todos los colaboradores de esta maravillosa publicación.
Con mis más sinceras oraciones.
Abancay, junio de 2024
Santos Doroteo Borda López, Pbro.
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