Enfocarse en perseguir el placer: ¿es una decisión inteligente?
La vida es corta y llena de desafíos, por lo tanto, es comprensible que todos queramos disfrutarla al máximo. Por eso, es entendible que muchas personas sostengan que la felicidad está en buscar el placer, pero ¿es realmente así?
¿Está bien centrar nuestra vida en la búsqueda del placer?
Hay sin duda muchos beneficios en ello, entre estos están:
La búsqueda de placer puede brindarnos una sensación de bienestar, pues cuando hacemos algo que nos gusta, nuestro cerebro libera dopamina, una sustancia química que nos hace sentir bien. Si nos enfocamos en hacer cosas placenteras, podemos experimentar un constante estado de bienestar.
En el mundo actual donde el estrés[i] es la causa de muchos males, el placer puede ayudarnos a reducirlo. Cuando estamos bajo estrés, nuestro cuerpo libera cortisol, una hormona que puede tener efectos negativos en nuestra salud. Al hacer actividades placenteras podemos disminuir nuestros niveles de cortisol y sentirnos más relajados, y de hecho, mejora también nuestra salud mental, pues cuando hacemos cosas que nos gustan, nos sentimos más felices y satisfechos con nuestras vidas, lo que contribuye a reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad que ahora afecta a muchos.
Los peligros ocultos de la búsqueda de placer
Pero no todo es miel sobre hojuelas, la búsqueda del placer puede convertirse en una adicción. Si nos enfocamos demasiado en solo hacer las cosas que nos gustan, podemos perder el control y convertirnos en adictos a ello, lo que nos llevará a efectos negativos en nuestra salud y en nuestras relaciones personales.
En el plano psicológico, la búsqueda del placer puede hacernos sentir vacíos al perder de vista lo que realmente importa en la vida. ¿A que puede llevarnos una vida sin propósito?
La búsqueda del placer puede y de hecho, atenta contra nuestros bolsillos. Porque el placer es costoso por si mismo, o sale caro por consumir tiempo valioso que podríamos emplear en hacer cosas productivas. Si nos enfocamos demasiado en hacer cosas que nos gustan, podemos gastar más dinero del que tenemos y creará o incrementará los problemas financieros, que afectaran luego nuestra salud por el estrés que desatará.
¿Cuáles son los placeres más buscados?
Los seres humanos encontramos placer en muchas cosas: comer, cantar, bailar, jugar, hacer deportes, realizar compras, tener relaciones sexuales y reunirnos con amigos; también en escuchar música, aprender, trabajar, meditar, etcétera.
Para los animales es mucho más sencillo, con comer, beber y reproducirse cuando toca, les basta para estar satisfechos, los domésticos además, necesitaran atención y cariño, pero para nosotros éste resulta más complejo por su interconexión con otras zonas del cerebro que están comprometidas con la toma de decisiones, la memoria y las emociones.
En el Perú, un citadino tiene placeres distintos de alguien que vive en el campo, pero cada vez más, se van asemejando.
El tiempo de vigilia en la ciudad es mayor para el citadino. El campesino, realiza sus labores durante las horas diurnas, para ello, se se levantan temprano y se acuestan temprano, aunque esto está cambiando. El citadino en promedio, se levanta más tarde y permanece hasta mucho más tarde, y generalmente en tiempo dedicado al placer.
Pero, hoy en día, en todos los ámbitos, sin duda, las pantallas están entre los elementos de placer más usados. Son las que consumen más tiempo, sea que las usemos para navegar por Internet en redes sociales, videojuegos o la Web, o sea que la empleemos para ver videos, son las actividades en las que más ocupamos el tiempo, luego del trabajo, donde, probablemente, también se ha estado mucho tiempo frente a las pantallas.
Otro placer, en el que Perú es líder mundial, es el de la comida. ¡Que rico se come acá! Solamente hay que cuidarse del exceso en volumen, en grasas y en condimentos.
También se consume bastante tiempo en actividades sociales, y es natural, pues el ser humano es gregario por naturaleza. Lo malo es que muchas de las actividades sociales se sustentan en el consumo de alcohol.
Incluso las actividades deportivas, que deberían ser sanas por antonomasia, hoy se ven contaminadas por el alcoholismo —primero fulbito y después full vaso—, dicen.
Tristemente, para la mayor parte de la gente, diversión es sinónimo de trago, es una pena. El alcoholismo causa daño a las sociedades debido a sus impactos negativos en la salud pública, la seguridad y el bienestar social. Conduce a problemas de salud crónicos, aumenta la criminalidad, contribuye a la desintegración familiar y disminuye la productividad económica, generando un efecto perjudicial generalizado.
En el Perú, el consumo total de alcohol per cápita es de 6.4 litros de alcohol puro por año, según la Organización Mundial de la Salud. Según el Ministerio de Salud, alrededor del 9.4% de los peruanos tiene consumo problemático y dependencia al alcohol, mientras que el 1.5% tiene dependencia al consumo de drogas ilegales. Además, se estima que hay alrededor de un millón y medio de personas que sufren de alcoholismo en el país.
Ahora entre las actividades sociales, mucha está dedicada a la búsqueda del placer sexual. Antes era más una actividad promovida por los hombres, hoy tiende a democratizarse. Hay quienes hasta están dispuestos a pagar por eso, y para los hombres hay mucha más oferta. Pero es un placer costoso, porque si no es en un burdel, se gastará aún mucho más en el proceso de seducción. Mucho más si es con chicas A1. Pero saben ¿Por qué se dice, Chicas A UNO? , porque son «Chicas que A UNO lo dejan misio».
Pero no hay que perder de vista que, lo más lindo y lo más sano, es cuando el sexo está ligado al amor y a la fidelidad.
Hay otros placeres como el juego, que explotan nuestra codicia. La afición a los gallos puede estar unida al afán de jugar, de apostar, y si se hace en exceso y conlleva muchos recursos, puede ser mala. Mucho peor en los casinos y casa de apuestas, donde solo y siempre ganan los empresarios a costa de nuestra ingenuidad.
Creo que la clave en todo esto es el equilibrio.
«Disfrutar de todos los placeres es insensato; evitarlos, insensible».
Plutarco:
En suma, es importante disfrutar de la vida, pero es más importante encontrar un equilibrio y enfocarnos en vivir bien y sanamente. El control racional es siempre más débil que el deseo y con frecuencia pierde ante este, pero debemos tratar siempre de que lo racional se imponga a lo instintivo.
Si nos enfocamos solamente en la búsqueda del placer, podemos perder de vista lo que realmente importa en la vida.
[i] El estrés es una respuesta fisiológica ante situaciones demandantes. Sus causas incluyen presiones laborales, conflictos personales y cambios. Provoca efectos negativos en la salud, como trastornos del sueño, problemas digestivos y aumenta el riesgo de enfermedades. Gestionar el estrés es crucial para el bienestar físico y mental.