365 días más tarde del 4 de junio año antes, PERUANISIMA abrió su caja pensante, sus ágiles diez falanges de pies y manos y empezó a gatear por una colosal senda abanquina empedrada con nombre propio: Cultura.
Su empeño por hacernos absorber idea, abecedario, arte, ilusión, ciencia, literatura, divertimento sano, coyuntura política, realidad colectiva y, cuanto aire existencial respiramos cada amanecer, se ha vestido con overol de trabajador sin salario, teñido de tesón, perseverancia, paciencia y fortaleza al mismo tiempo, caminando casi siempre por humanas riberas de indiferencia, esquivo hábito lector, mezquino dar, desafecto abrazo, extinguida motivación en choque áspero cotidiano con la pereza intelectual y el pernicioso hedonismo.
Tomado de manos y cerebro de su amigos ayudantes visionarios, arropados como él, con igual overol, Carlos Antonio Casas Suárez, nos ha zambullido en las profundidades de significados y significantes del lenguaje aderezados todos, con enjundia de conocimiento, crítica, reflexión, compromiso y responsabilidad ante las demandas sociales necesarias de respuesta para el desarrollo personal y social abanquino, apurimeño, peruano, asumiendo para sí, un deber abrumador, insaciable, desafiante en auxilio de reconciliación entre nosotros y los saberes.
Recomenzando sin parar, sin vértigo ni cansancio Carlos Antonio Casas Suárez, envuelve su espíritu generoso en un andar comprometido que se encarna en la Revista Digital PERUANISIMA, resplandeciente de PRECOZ SERIEDAD y digna de aplauso.
Carlos, en un cálido abrazo de felicitación en el primer aniversario de emprendimiento cultural, reforzamos la varita mágica de tu empeño ciudadano para mirar el mundo sin altivez ni temor desde la visión clara de tu misión personal.
Intinpa
Abancay, junio 3/24.
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