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Es Viernes Santo.
«El Cristo del Alba» de mi amada Abancay, sale en hombros de sus feligreses a bendecir a sus hijos.
En realidad se llama «El Señor Justo Juez de Illanya, patrón jurado de Abancay»
Nombre que viene de un tiempo ignoto.
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Fecha perdida en los revoltijos de la memoria colectiva.
Los abanquinos de Abancay y llegados de otras latitudes, han ido a recibirlo al rayar el alba.
Esperan con ansias al Cristo flagelado, cada uno con su cargamento de quejas y esperanzas.
Unas son reclamaciones por promesas incumplidas, otras son gracias por los milagros recibidos.
También se elevan quejas pidiendo justicia.
Esperanzas que se abren y que con la bendición del santo patrón buscan cumplirse.
Los Viernes Santo son de profunda fe desde muy temprano en Illanya.
Cientos de generaciones y por muchos años, han cumplido este rito.
Acompañan al Cristo del Alba en su recorrido por los campos adyacentes a la capilla.
Los contrayentes y esponsales agradecen la paz, la salud y el trabajo.
Los agricultores el agua y la cosecha.
Y todos agradecen por la vida y la familia que les ha tocado.
El Cristo jurado miles de veces, escucha a su feligresía.
Avanza en medio del gentío.
Unos quieren tocarlo, otros cargarlo.
Lograrlo, ilumina y tranquiliza las desesperanzas y tribulaciones.
Se recuerdan y se renuevan los juramentos y promesas.
Cada concurrente busca la paz, pide una gracia o musita un agradecimiento.
Cada feligrés es una historia… la narrativa personal de una novela.
Mientras la historia de los juramentos crece en el tiempo.
La imagen del Cristo flagelado escucha a sus hijos.
Crece la fe para quienes nacieron bajo el cielo añil de Abancay.
Se abren nuevas esperanzas para quienes retornan al lar de sus recuerdos.
Es Viernes Santo y nuestro Patrón Jurado, el Señor Justo Juez nos bendecirá.
Hará posible el diálogo edificante para encontrar salidas a nuestros problemas.
Atravesamos por una y mil dificultades casi todas solucionables.
Hace falta sentarnos y ponernos de acuerdo.
Cuando reclamamos un derecho, debemos ubicarnos en el respeto.
Sin respeto habremos perdido el derecho, la vida civilizada y la paz.
Pidamos por el diálogo. Por los acuerdos. Por la justicia y la paz.
FOTO: «Bendice a tu pueblo Señor Justo Juez de Illanya».
IMAGEN: Dominio público.