En nuestra rica tradición literaria, los corazones peruanos laten con un inmenso orgullo debido a la abundante presencia de destacados autores.
En nuestras letras, florecen novelistas galardonados, sabios historiadores y juristas excepcionales. Sin embargo, existe un pequeño y selecto grupo que ilumina nuestras vidas con su aguda visión del mundo cotidiano y su sentido del humor.
Dentro de ellos, Luis Felipe Angell de la Lama brilla con la intensidad de mil soles.
Para empezar, era el autor favorito de mi padre, y de él tomó muchas ocurrencias que guardó en su repertorio, adecuándolas a la situación y ambiente en que se encontraba, para que, al narrarlas, sus amigos disfrutaran en medio de estruendosas carcajadas.
Luis Felipe Angell era más conocido por su pseudónimo, «Sofocleto», en honor al poeta Sófocles, considerado por muchos como el mayor de los dramaturgos griegos, siendo su obra maestra Edipo Rey.
Fue un gran humorista en realidad, lo sigue siendo, con su ingenio invicto, con su gracia tan extrañada, basta coger uno de sus libros, y así lo haya uno leído, igual se desternillará de risa y se sorprenderá siempre con sus geniales ocurrencias.
Sofocleto es la chispa que enciende sonrisas y carcajadas en nuestros rostros, convirtiendo lo común en algo extraordinario. Su contribución al mundo de las letras es indudablemente un regalo precioso que enriquece nuestra cultura literaria y nos llena de gratitud y alegría.
No en vanos es considerado como uno de los mejores humoristas del mundo. Arthur J. Sinclair le dedica 23 páginas en su Antología general del humor universal.
Creador de los Sinlogismos, estos han dado la vuelta al mundo y hay en prensa una edición que registra veinte mil de ellos. Se calcula que ha escrito cinco mil sonetos de humor, y mil clásicos. Luis Felipe Angell es un personaje entrañable del humor, la inteligencia y la cultura del Perú.
Humorista, periodista, y hasta filósofo, muy recordado por las generaciones antiguas y casi un desconocido por los jóvenes.
Aunque falleció hace ya casi 20 años, su humor sigue vigente, desde los títulos y portadas de sus libros hasta el riquísimo contenido de cada uno de ellos.
Escribía algunas columnas en diarios y publicaba un semanario que se convirtió en diario al que llamó: Don Sofo.
Aquí algunas de sus ocurrencias:
En el libro Diccionario chino:
- Estaño: Raro
- Ambiguo: Prenda de vestir gruesa
- Labia: Ira incontrolable
- Plebe: Haga la prueba.
O sus famosos sinlogismos:
- El burro es un opiniologo de cuatro patas.
- Nada sale más caro que un enemigo gratuito.
- Parece mentira que un cuarto de baño es más grande que un medio baño.
- Dos radios no hacen un diámetro, pero si un escandaloso ruido.
- La imitación se produce por limitación.
- La hora de la muerte no dura sino un segundo.
- Los japoneses miran recordando.
- Nadie nos conoce más que nuestras toallas.
- El ajedrez nos enseña que un peón puede matar a un rey.
Rebautizó a los peruanos más conocidos de su época con apodos que quedaron para la posteridad.
- “Tucán” a Luis Bedoya Reyes
- “Lechuzón “a Javier Alva Orlandini “
- “Grandázuri” al cardenal Landázuri por su gran estatura.
- “Chupito” al político Javier Ortiz de Zevallos de los años 60.
Una de las frases más célebres que acuño fue:
- “¡Que sería de los pendejos sino existirían los cojudos!”.
Capacidad de síntesis para explicar palabras como:
- Viejo: Pretérito imperfecto.
- Clase Media: Sociedad Anónima.
- Adulterio: Mandar a un tipo al mismo cuerno.
- Amor: Enfermedad temporal que se cura con el matrimonio. Palabra de cuatro letras con dos consonantes, dos vocales y dos idiotas.
- Cerebro: Órgano que sirve para que pensemos que pensamos.
- Dolor de Cabeza: Anticonceptivo más usado por la mujer.
- Busto: Estatua de hombre sin manos o parte de las mujeres donde están las manos del hombre.
- Confianza: Vía libre que se da a una persona para que cometa una serie de abusos.
- Sacerdote: Persona a la que todo el mundo lo llama Padre, con excepción de sus hijos que lo llaman Tío.
- Intelectual: Individuo capaz de pensar por dos horas en algo que no sea sexo.
- Antílope: Enemigo de Lope de Vega.
Muchas veces se refería a la capacidad de los políticos indicando que su oratoria es el arte de no decir nada, pero decirlo con énfasis (me recordaba al profesor y a Caníbal).
Su definición de política es espectacular:
- “La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros”.
Indicaba que los políticos son ignorantes, pues saben todo, pero de otro modo. Dijo una verdad dramática: “Desde hace 400 años, los países subdesarrollados tienen un gran provenir”.
Algunas de sus frases deliciosas son:
- Nunca me subo a una balanza porque se que me va a pesar.
- Lo peor de la experiencia es que nos enseña a golpes.
- Cuando un empleado público pierde el conocimiento, pasa a ser un empleado privado.
- Eva era tan celosa que le contaba las costillas a Adán.
- El contrabajo se transporta como su nombre lo indica.
- Habito es la claudicación de la inteligencia en favor de la costumbre.
- Si ya lo sé, todos los demás maridos son perfectos.
- Las canas ya no se respetan, se tiñen.
- La letra A la inventaron los dentistas.
- Y para culminar como adelantándose a la época de los políticos actuales, escribió sobre Demóstenes:
- “Dejó una escuela dialéctica a la cual pertenecen los vendedores ambulantes, los maridos que dan explicaciones y los que tratan de convencer a un policía de tránsito…”.
- Los peruanos tenemos que recuperar la capacidad de sorprendernos y de reírnos.
- Hemos pasado demasiados años tolerando la ignorancia, la incapacidad y sobre todo la deshonestidad.
NOTA: Si tienes alguno de sus libros, te rogamos que puedas mostrárnoslos para fotografiarlo. Por favor, comunícate al 985 51 3040