Un efecto inesperado de las nuevas tecnologías de la comunicación, Internet y las redes sociales, es que han fomentado la soledad, aunque parezca mentira.
El ser humano tiende a ser gregario, por naturaleza, es decir, a vivir agrupado con otros congéneres en grupos sociales. Claro, no es totalmente gregario, como las hormigas o las abejas, ni totalmente solitario, como los tigres o los leopardos, mas bien, está al medio, es semigregario, algunos de sus impulsos y necesidades son sociales y otras son solitarias, pues somos criaturas complejas.
Por eso, resulta paradójico que aunque los avances tecnológicos de hoy nos tengan hiperconectados, mejor comunicados, nos faciliten la vida y nos permitan desde pagar cuentas hasta enamorar en línea, estemos en muchos casos, más aislados que nunca.
Los beneficios de vivir en un mundo interconectado son muchos, pero a ellos se unen también, un sin número de riesgos.
Hay estudios que demuestran, que paradójicamente, con el desarrollo de las redes sociales, se han reducido las comunicaciones espontáneas con quienes tenemos más cerca, familia, vecinos o compañeros de trabajo.
Por ello, la soledad es un serio problema de salud pública a nivel global.
A mi modo de ver, una de las razones es que la tecnología está demasiado buena. Es adictiva en grado sumo.
A mí me pasa, se los confieso, y seguramente les pasa a ustedes también que, lo primero que hacemos al despertar, es ver la pantalla del móvil. Y si este se ha descargado, ¡Ay!, ¡Qué desgracia!
Vemos la hora, porque muchos ya han olvidado que una vez existieron los relojes, vemos también qué ha pasado con el mundo, quien se acordó de nosotros o nos mencionó, o nos dio un «like», vemos también, confesémoslo, muchas trivialidades.
Y dependemos tanto del móvil, que ni siquiera vamos al baño sin el teléfono,
Nuestras hermosas y brillantes pantallas nos acompañan todo el día y algunos lo usan hasta dormidos (en serio, se ponen música, audiolibros y «cursos bajo la almohada»), que ya no hay tiempo para la introspección y la reflexión.
¿Y qué es la Introspección? Sin faltarles el respeto a los que si lo saben, definiremos un poquito el término. La introspección es un término que designa la idea de «mirar al interior». Se trata del conocimiento que se puede llegar a conseguir observando los estados mentales, interpretando y analizando los procesos cognitivos y emotivos.
¿Y para qué sirve la introspección?
Pues al examinar emociones, sensaciones y pensamientos, , podremos conocer y controlar más nuestra vida interior. Podremos también buscar lo que queremos ser y hacer, reflexionar sobre ello y crecer espiritualmente.
Sin filosofar tanto, alguna tecnología y en particular los teléfonos inteligentes, nos han quitado el tiempo para nosotros.
Hay muchos jóvenes que, estando juntos, frente a frente, en vez de hablar, prefieren chatear, Aunque parezca un chiste, es así. ¡Es increíble y absurdo! Y casos patológicos como este, abundan.
En este momento, estamos viviendo en todo el mundo, una epidemia de soledad emocional, que afecta a hombres y mujeres.
Los hombres, mientras más tecnologizados tenemos menos amigos. Y entonces, me pregunto, a quienes se puede confiar las cuitas y problemas, pedir un consejo o simplemente descargar emocionalmente.
Esta carencia, genera problemas de ansiedad y depresión, y hasta suicidios.
Por el lado de las mujeres, hay trastornos similares y más aún. El uso excesivo de las redes sociales, hace que muchas pierdan noción de la realidad.
Para muchos jóvenes, es más importante tener followers (seguidores) que amigos en la vida real. Y no solo eso, se ven llevadas a tendencias dañinas, desde modas tontas a trastornos de comida como la bulimia y la anorexia.
Los niveles de acoso han aumentado como nunca. Conseguir DATA de Internet es muy sencillo por las malas prácticas que muchos tenemos hoy día.
Publicamos cosas que no deberían trascender del plano personal y de nuestras familias y amigos íntimos, y ya no hablemos de abuso de selfies y la adicción que tienen muchas chicas a recibir elogios por redes.
El problema es que de esos se aprovechan los acosadores, también los estafadores, «reglistas» y coaccionadores de todo tipo. ¡Cuidado!
Y no es un problema generacional. Es para viejitos, «los jóvenes estamos en todas», me decía alguien. Y no, no es algo que solo les pasa a los boomers, (como los jóvenes suelen llamar despectivamente a las personas mayores de 50 años), por el contrario, más les pasa a la Generación Z y los Millenials, con seguridad, hasta con más frecuencia.
La triste pandemia que acabamos de vivir, incrementó el problema, al generar una gran sensación de soledad y lograr que las personas estuviesen más tiempo pegados a sus pantallas, y que muchos se aferraran tanto y más a sus dispositivos móviles.
Hoy, vivimos en un entorno muy extraño. Hay quienes dan tanto y más valor a perfectos extraños que solo conocen por Internet por sobre las personas reales.
En unas encuestas recientes, varias personas aceptaron que preferirían vivir en soledad, mientras tengan su celular y acceso a Internet. Insólito, ¿no les parece?
En las grandes urbes, el grupo de los «solitarios» creció de manera exponencial.
En Europa es tanto así que, se están tomando medidas. Gran Bretaña anunció hace unos años que iban a crear el primer Ministerio de la Soledad, no se porque no han hecho aún. Ahí consideraban que, la soledad se había vuelto un problema de salud pública, induciendo a problemas como psico, cardio y neuropatías.
Curiosamente, hay algunos tecnólogos que proponen como solución la IA, para mitigar el problema. Los robots amigos y novias artificiales, algunos en físico y otros virtuales con proyecciones holográfica en 3D.
Hay empresas que efectivamente, los tienen muy avanzados, y sin duda, en unos años, serán muy vendidos.
Los sistemas de Inteligencia artificial conversacional son hoy una realidad, y cada vez van siendo más inteligentes, a juzgar por los nuevos sitemas como LaMDA y GPT-3.
Todos conocemos los Sistema Correctores. El auto corrector de Google es el más conocido. Lo usamos al escribir y al dictar en nuestros dispositivos. La idea era que con el tiempo, vaya siendo mejor al manejar nuestros «patrones», pero no lo son. En una ocasión me hizo quedar mal con una buena amiga, a la que, al dictar, le dije «mamita» pero Google lo escribió «maldita». ¡Ya se imaginarán ustedes!
Ante la falta de amigos, de contacto con personas de carne y hueso, la gran mayoría de personas está aislada y perdiendo noción de la realidad. Si bien es cierto que, por estos medios, se puede conseguir amigos en sitios lejanos, creo que no hay nada mejor que las relaciones reales y los buenos amigos de verdad. Un buen abrazo, una mirada franca y una sonrisa amplia, no tienen reemplazo.
¿Estaremos en el camino correcto? ¿Tú que crees?
La tecnología es buena, pero es solo una herramienta al servicio del hombre. No nos dejemos subyugar y no nos volvamos tan dependientes.