Los peruanos tenemos una creatividad sin límites para todo. Esta creatividad aplicada a las tradiciones de Año Nuevo fluctúa entre las supersticiosas y las chistosas, veamos algunas de ellas, tan pintorescas que parecen sacadas de una comedia de humor negro.
Las 12 uvas
Empezaremos con la de comer 12 uvas al ritmo de las campanadas a medianoche, una por cada mes del año. Dicen que hacer esto atrae 12 meses de buena suerte. Algunos creen que deben ser uvas negras, otros dicen que uvas blancas y unos más afirman que deben ser sin pepa, creo que lo importante es que sean uvas. ¿Porque los abanquinos no creamos una tradición con Capulies en vez de uvas?
Aunque se dice que esta tradición fue traída de España, yo sospecho que en realidad es una «tradición» inventada por algún productor de uvas con excedente de cosecha. ¡Un brindis por su creatividad para colocar su producto!
Los 12 sorbos de champagne
Una variante de la costumbre de las uvas, es hacerlo tomando sorbitos de champagne. Seguramente hay valientes que lo hacen con «cañita», otros más sofisticados lo harán con Whisky o Baileys, pero en todo caso debe ser una gran copa para que alcance para los 12 sorbitos. Lo que sí, si les place hacerlo, es resignarse a empezar el nuevo año con una formidable resaca.
Pasear las maletas
Otra tradición reciente, es la de sacar una maleta a la calle, o una mochila de viaje. Algunos imaginan que van camino al aeropuerto o terminal terrestre, otros dan una o más vueltas a la manzana, creyendo que, mientras más se camine con el equipaje, más lejos llegarás y conocerás destinos más lejanos en el mundo, otros más bien sudando la gota gorda, creen que mientras mas pesad la maleta o mochila, más cosas traerán de sus viajes. He visto a familias enteras imitando al típico grupo de turistas despistados, con maletotas inmensas, sombreros y hasta cámaras al cuello, cargando, jalando o empujando desesperadamente sus maletas mientras trotaban intentando no perder el paso. Buena suerte a quienes lo creen, al menos diviértanse con eso.
Quemar muñecos de trapo
Otra tradición infaltable es hacer quemar muñecos con la cara de los personajes más criticados y detestables, usualmente las autoridades más ineficaces y repudiadas. Se les prende fuego en plena calle al comenzar el nuevo año y ya imaginé usted que rostros veremos este año. Algunas comunas están sancionando está actividad, quiero creer más por el riesgo que representa a la salud y la vida mas que por el daño a la imagen del representante edil. En la Municipalidad de Magdalena del Mar se multará con 2 mil soles por la quema de muñecos por Año Nuevo. Otras municipalidades también, como parte de su plan de seguridad por esta temporada, debido a la alta toxicidad de estos materiales. Esperemos que quienes tiene esta costumbre se diviertan sin multas, sin muchos estornudos por el humo, y sobre todo sin accidentes.
Saltar las olas
Luego está la tradición importada del Brasil, que es ir al mar y saltar o lanzarse sobre 7 olas, pidiendo 7 deseos. Aún no se de alguien que haya hecho esto en el mar iño, pero en Cusco, un turista brasileño hace algunos años, al no haber mar cerca, la cumplió metiéndose a la pileta central de la Plaza de Armas. Hoy ya es toda una tradición y muchos turistas y lugareños se tiran a la pileta de la Plaza de Armas con todo y ropa, a veces, esquivando a las fuerzas del orden que tratan de impedirlo. Supongo que uno de los deseos comunes a todos ellos, es no pillar una neumonía.
Usar ropa interior amarilla
Usar ropa interior amarilla es una tradición importada de Colombia. Hoy está en boga, sin duda, fomentada por los fabricantes y comerciantes de ropa interior.
Se dice que la ropa interior usada al revés en año nuevo, cuando es amarilla trae buena suerte, alegría, prosperidad y dinero en abundancia. Una amiga mía a la que el ritual no le funcionó, pensaba que era porque el tono de amarillo no era el correcto, la vi ayer y ya había comprado media docena de calzoncitos de diferentes tonos. ¿Me pregunto si se los pondrá todos a la vez?
En esta línea, se dice que usar el calzón rojo atrae pasión junto a más y mejor amor a la vida, el calzón blanco atrae paz, el calzón negro lujo y poder, los calzones verdes llaman a la protección, preparación, esperanza, salud y juventud y el calzón azul propicia que se concreten los proyectos. En fin, como dice el Cuto Guadalupe «La fe es lo más lindo del mundo».
Llenar los bolsillos con dinero
Se dice que llenar de dinero los bolsillos a la medianoche hará que el próximo año no falte dinero Algunos dicen que no importa el valor del billete, otros que, por el contrario, debe ser de las más altas denominaciones, mientras que otros opinan que debe ser de moneda extranjera. Lo único que si es seguro, es que si salen así a la calle, el primer día del año los encontrará con los bolsillos vacíos.
Llenar los bolsillos con lentejas
Otra tradición es llenarse los bolsillos con lentejas, ponerlas en un plato al centro de la mesa o hasta bañarse en ellas cuando suenen las 12 campanadas. A más lentejas, dicen, más prosperidad y dinero caerá en el 2023. Hay gente que cree tanto en esto que hasta cose unos bolsillos extra en su ropa. SI eso le gusta, adelante, pero tratemos de no desperdiciar tanto la comida para el próximo año.
La Pizarra de los Sueños
Ahora se ha inventado «La Pizarra (o Tablero) de los Sueños» para visualizar todas las metas que quiere cumplir el próximo año, escribiendo los objetivos en un papel y poniéndolos en este para que nos inspiren todo el año. Me parece una costumbre práctica, sensata y productiva, aunque puede ser el invento de algún sagaz librero. De cualquier forma, es buena idea.
Los peruanos, ¿Qué duda cabe?, tenemos talento nato para inventar. Aunque algunas de estas tradiciones parezcan descabelladas, al menos traerán alegría y diversión, y eso es bueno.
En Peruanísima creemos que la misión fundamental del ser humano es SER FELIZ y contribuir a la felicidad de los demás, así lo hemos hecho y prometemos seguir haciéndolo siempre. Esa es nuestra tradición.
Recibamos el Año Nuevo con una actitud positiva, recordando los momentos más resaltantes del año pasado y visualizando todo lo maravilloso que nos traerá el nuevo año, pues todo año, trae cosas buenas y malas, disfrutemos las primeras y aprendamos de las segundas, esmerémonos, sobre todo, en ser y hacer lo mejor cada día y seamos felices, por encima de todo.
Esperamos que lo haga rodeado de sus seres queridos.
Brindemos con alegría por un futuro lleno de salud, paz, amor y prosperidad.
¡Feliz 2024!