TRIUNFOS Y TRAGEDIAS: CRÓNICAS DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS

por Carlos Antonio Casas
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En el deslumbrante escenario de los Juegos Olímpicos, donde la excelencia atlética se exhibe en todo su esplendor, se esconden historias que van mucho más allá de las medallas y los récords. Estas son las crónicas del verdadero espíritu humano, relatos de perseverancia que desafían las adversidades y trascienden las barreras del deporte.

A menudo, diría que casi siempre, nos dejamos deslumbrar por la fastuosidad, la perfección, la pericia y la velocidad. Nos seduce el virtuosismo que parece tocar lo sublime, dejándonos fascinados, pero también cegados ante lo verdaderamente maravilloso que subyace tras estas proezas: las historias de sacrificio y entrega de innumerables personas.

Muchas de estas historias, en su esencia, son profundamente motivadoras y conmovedoras, ejemplos vivientes de lucha y perseverancia. Sin embargo, tras esta grandiosidad, también se ocultan relatos de vergüenza, de iniquidad, de bajezas, de abusos, de egoísmo e ineficiencia. Son sombras que empañan lo que debería ser un panorama de puro esfuerzo y mérito.

Debemos, entonces, aterrizar al vernos confrontados con la realidad de que no todo es brillante, y que detrás del éxito hay zonas oscuras que muchos preferirían ignorar.

El Caso de Simone Biles y 500 Atletas Estadounidenses

La historia de Simone Biles y otras 500 atletas estadounidenses es un ejemplo de que no todo lo que brilla es oro. ¿Quién podría imaginarse que en Estados Unidos, un país tan poderoso, con tanto dinero y excelente organización, podían suceder de manera organizada y constante actos tan viles y asquerosos como los protagonizados por Larry Nassar, un médico que abusó de muchísimas niñas y fue encubierto por autoridades de USA Gymnastics y el mismo FBI?*

Estas deportistas denunciaron haber sido abusadas reiteradamente por Nassar, el médico de la delegación olímpica estadounidense. Entre las víctimas se encuentran destacadas gimnastas como Simone Biles, Aly Raisman y McKayla Maroney. Cada una de esas historias es un relato cargado de dolor y lucha. Los crímenes, que cometió este infeliz bajo el manto de la confianza y el deber, destruyeron vidas y sembraron un profundo trauma en aquellas que solo buscaban alcanzar sus sueños.

Finalmente, la justicia llegó para este miserable, quien fue condenado a pasar el resto de sus días en prisión. Pero el destino no terminó allí: en un acto de brutal venganza, Nassar fue atacado en su celda, recibiendo diez puñaladas, pero sigue vivo y sufriendo. Su caída, desde una posición de poder hasta el infierno que él mismo creó, es un recordatorio de que, tarde o temprano, cada acción tiene sus consecuencias.

El Abandono a los Atletas Olímpicos Peruanos

Pero no hace falta ir tan lejos para ver historias de dolor detrás de tanto brillo. La historia de los atletas olímpicos peruanos está llena de sacrificios y superación, pero también de un doloroso abandono por parte de las instituciones que deberían apoyarlos.

A lo largo de los años, muchos deportistas peruanos han tenido que enfrentarse no solo a la dura competencia internacional, sino también a la indiferencia del Instituto Peruano del Deporte (IPD) y del Estado peruano, que no les brindaron el respaldo necesario para representar al país en las Olimpiadas.

Uno de los casos más emblemáticos es el de Juan Postigos consiguió su clasificación a los Juegos Olímpicos París 2024 en la disciplina de Judo. Sin embargo, lejos de recibir el apoyo necesario para entrenar y prepararse, encontró con un vacío institucional. Con un Estado ausente y un IPD que no le brindó el respaldo económico, tuvo que buscar la manera de financiar su viaje y participación en las Olimpiadas.

Ante esta situación, Postigos, conocido por su espíritu luchador, tomó una decisión difícil pero necesaria: viajó a Francia con sus propios medios y allá comenzó a trabajar como mecánico en un taller local. Sus días se dividían entre las duras jornadas de trabajo, llenas de grasa y esfuerzo físico, y los entrenamientos nocturnos, donde seguía perfeccionando su técnica y manteniendo viva la esperanza de representar a Perú en el mayor evento deportivo del mundo.

“Busqué sponsor, hice presentaciones tocando puertas para ver si eso, con una ayuda extra, dedicarme 100% al deporte. Lamentablemente no se dio de esa manera, seguí trabajando, pero mi empresa nunca me dejó de lado”. dice Juan.
Aunque no ganó una medalla, su participación fue un símbolo de resistencia y amor por el deporte. Su historia es un recordatorio de que, a pesar de la falta de apoyo, el espíritu de los atletas peruanos es inquebrantable, y su lucha por llevar los colores de la patria a lo más alto sigue viva.

Pero él no es el único deportista que salió adelante pese a que todo parecía estar en contra. Así como él, hay otros muchos, entre ellos: Gladys Tejeda, destacada maratonista peruana, superó la falta de apoyo institucional recurriendo a patrocinios privados para competir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río 2016. Inés Melchor, otra fondista, enfrentó desafíos similares, financiando sus entrenamientos para clasificar a los mismos Juegos. Pedro Pablo de Vinatea, atleta paralímpico de bádminton, perdió una pierna, pero se convirtió en campeón sudamericano, buscando recursos por su cuenta. Delfina Cuglievan, campeona sudamericana en esquí acuático, contó con el esfuerzo económico de su familia para competir internacionalmente. Kimberly García, marchista olímpica, también enfrentó dificultades económicas, al igual que Jorge McFarlane, saltador y velocista, quien buscó financiamiento independiente para representar a Perú en Londres 2012.

La participación de estos y otros atletas peruanos en los Juegos Olímpicos es una muestra del coraje y la determinación de quienes, a pesar de la falta de apoyo institucional, luchan por llevar los colores de su país al escenario más importante del deporte. Sus historias son un recordatorio de que el verdadero espíritu olímpico no solo reside en ganar medallas, sino en la perseverancia, el sacrificio y el amor por el deporte.

Mientras tanto, seguramente en las instituciones implicadas, los funcionarios de turno se pagan grandes sueldos, viajan constantemente, se dan la gran vida cobran jugosos viáticos y no cumplen ninguna de sus funciones de promoción del deporte. Todo es una mafia.

Superando las Sombras

Pero, a pesar de estas sombras, el espíritu humano siempre encuentra la manera de sobreponerse, de trascender las dificultades y las imperfecciones. Es en esos momentos de superación, cuando las barreras parecen insalvables, que logramos dar lo mejor de nosotros mismos, batiendo récords y marcas que, hasta hace poco, parecían imposibles de superar.

En Tokio 2020, se contó con la participación de 35 atletas peruanos, sin embargo, en esta edición viajaron 26 de ellos. Estos atletas participaron en diversas disciplinas, incluyendo atletismo, natación, surf, vela, tiro, bádminton, esgrima, judo y remo. A continuación, los 26 clasificados peruanos a parís 2024:

1.- Kimberly García (Atletismo – Marcha atlética)
Tiene 30 años y es la mayor esperanza de medalla para el país, en sus terceros Juegos Olímpicos. Competirá en los 20 km y relevos mixtos 42 km.

2.- Evelyn Inga (Atletismo – Marcha atlética)
Debuta en unos Juegos Olímpicos, y con 26 años, nos representará en la prueba de los 20 km.

3.- Mary Luz Andía (Atletismo – Marcha atlética)
Estuvo también en Tokio 2020 y ahora va por su revancha. Tiene 23 años y participará en los 20 km con su hija Ema como su principal motivación.

4.- César Rodríguez (Atletismo – Marcha atlética)
Hará dupla con Kimberly García en los relevos mixtos 42 km y también estará en los 20 km masculino. Serán sus segundos Juegos a sus 27 años.

5.- Luis Henry Campos (Atletismo – Marcha atlética)
Con 28 años tendrá su tercera participación olímpica. Su meta es estar en el top 10 de la marcha mundial. Estará en la prueba de los 20 km.

6.- Cristhian Pacheco (Atletismo – Maratón)
Resistencia y concentración son sus mayores virtudes para hacer historia en la prueba de maratón. Tiene 31 años y tres participaciones olímpicas.

7.- Gladys Tejeda (Atletismo – Maratón)
Con 38 años se siente en gran plenitud para colocarse entre las mejores de la maratón mundial. Será su cuarta participación.

8.- Thalía Valdivia (Atletismo – Maratón)
Ansía debutar en los Juegos Olímpicos con un lugar en el top diez de la maratón mundial. Tiene 28 años.

9.- Luz Mery Rojas (Atletismo – Maratón)
Siente que a sus 31 años está en su mejor momento para sorprender como en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, donde ganó la medalla de oro.

10.- María Luisa Doig (Esgrima – Espada)
Es una de las más experimentadas del Team Perú con tres Juegos Olímpicos a sus 32 años. Será nuestra abanderada en la inauguración.

11.- Juan Postigos (Judo – 66 kg)
El ‘Tigre’ tendrá presencia en sus cuartos Juegos y quiere volver con una medalla en el pecho. Tiene 35 años y será el otro abanderado nacional.

12.- Lucca Mesinas (Surf – Shortboard)
Está decidido a sacarse el clavo de Tokio 2020, donde quedó en cuartos de final. Llega en su mejor momento a sus 28 años.

13.- Sol Aguirre (Surf – Shortboard)
A pesar de sus 20 años es una realidad del surf peruano. Será su debut a nivel olímpico, y está decidida a traer una medalla.

14.- Alonso Correa (Surf – Shortboard)
Al igual que Sol Aguirre, hará su debut olímpico en París 2024 con el objetivo claro de subir al podio. Tiene 25 años.

15.- Stefano Peschiera (Vela – Ilca 7)
Otro de los experimentados de la delegación, con participación en tres ediciones anteriores. Tiene 29 años y afirma que dará una sorpresa.

16.- Florencia Chiarella (Vela – Ilca 6)
Joven de 20 años y llena de energía para debutar a lo grande en las citas olímpicas.

17.- María Belén Bazo (Vela – iQFOiL)
Clasificó por el retiro de una velerista suiza a fines de mayo, pero quiere aprovechar su momento. Tiene 26 años y será su segunda participación.

18.- Nicolás Pacheco (Tiro – Skeet)
Con 29 años quiere emular al gran Edwin Vásquez, y que el tiro peruano gane su cuarta medalla en unos Juegos Olímpicos.

19.- Daniella Borda (Tiro – Skeet)
Se entrenó en Italia y tiene todas las condiciones para subir al podio, igual que Nicolás Pacheco. Será su debut olímpico con 29 años.

20.- Inés Castillo (Bádminton – Individual)
Será la única representante de su deporte, pero, a sus 24 años, confía en tener una gran actuación en su debut olímpico.

21.- María Bramont-Arias (Natación – Aguas abiertas 10 km)
“Estoy preparada para afrontar este desafío”, afirmó apenas clasificó. Tiene 24 años y muchos sueños por cumplir en sus primeros Juegos.

22.- Mckenna De Bever (Natación – 100 m espalda y 200 m combinado)
En Tokio 2020 no le fue bien, pero ahora, con 28 años, su actualidad genera gran expectativa.

23.- Joaquín Vargas (Natación – 200 y 400 metros estilo libre)
Con solo 22 años competirá en sus segundos Juegos. Nació en Piura y quiere seguir siendo el orgullo de su región.

24.- Adriana Sanguineti (Remo – W1x)
Tiene 24 años y en París 2024 cumplirá uno de sus sueños: competir en unos Juegos Olímpicos con sus amigas de toda la vida, las hermanas Palacios.

25.- Valeria Palacios (Remo – LW2x)
26.- Alessia Palacios (Remo – LW2x)

En una próxima nota, al terminar estas justas deportivas, estaremos informando sobre los resultados obyenidos.

Las Olimpiadas nos ofrecen mucho más que un espectáculo deportivo, mucho más allá de la huachafería suprema que fue la inauguración realizada en el río Sena, son un testimonio de la indomable voluntad humana, un recordatorio de que en cada caída hay una oportunidad de levantarse más fuerte.

Estas historias de atletas que se sobreponen a la adversidad, ya sea institucional o personal, nos enseñan que la verdadera victoria no está en el podio, sino en el coraje de perseguir nuestros sueños contra todo pronóstico.

El espíritu olímpico, en su esencia más pura, no trata solo de ser el más rápido, el más fuerte o el más hábil. Se trata de la integridad en la faz de la adversidad, de la esperanza que persiste en los momentos más oscuros, y del valor de levantarse una y otra vez, no importa cuántas veces caigamos.

Que estas historias nos inspiren a todos, atletas y espectadores por igual, a enfrentar nuestros propios desafíos con la misma determinación y coraje. Porque al final, es nuestra capacidad de superar obstáculos y mantener viva la llama de la esperanza lo que verdaderamente nos hace campeones en el juego de la vida.

Fotografías tomadas de US Magazine.

* Ver documentales :

Atleta A en Netflix . Documental sobre las gimnastas víctimas de los abusos del doctor Larry Nassar de la Federación de Gimnasia de EE. UU., y los periodistas que destaparon su cultura tóxica.

En El Corazón Del Oro en HBO: El Escándalo De La Selección De Gimnasia De EE.UU.

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