Un nuevo letrero

por Redacción Peruanísima
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Reinicio

Un jovencito ciego acostumbraba pedir limosnas a la entrada de un centro comercial.

Todos los días se le podía ver ahí, con un pequeño sombrero que le servía para recibir las monedas, y un cartel que decía: «Soy ciego. Por favor, regálame una limosna».

Así pasaban los días, hasta que un hombre, después de echarle unas monedas, agarró el letrero y escribió unas palabras en el reverso. Luego lo colocó de modo que la gente leyera el nuevo mensaje.

Al poco rato el sombrero comenzó a llenarse de monedas con rapidez inusual.

Al final de la tarde el hombre que había escrito el nuevo mensaje pasaba cerca, para ver qué tal iban las cosas.

Entonces el joven ciego percibiendo su proximidad, lo llamó.

—¿Fue usted?, ¿no…? Usted escribió un nuevo letrero.

—Si, lo siento si no te lo dije…

—¡Qué lo va a sentir! Al contrario, ¡Muchas gracias! Pero… qué escribió usted para que la gente me diera más dinero

—Escribí: «Hoy comienza la primavera, pero yo no puedo verla».

Reflexión:

La historia transmite cómo un simple cambio de perspectiva puede generar empatía y compasión. El mensaje es poderoso: al resaltar la situación del joven ciego y su incapacidad de experimentar la belleza de la primavera, las personas respondieron con mayor generosidad, recordando que la comprensión y conexión emocional pueden inspirar actos de bondad.

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