Dos hermosas jóvenes damas, compañeras de colegio y travesuras, han encontrado en la escritura un lienzo donde plasmar sus vivencias, recuerdos y emociones con una franqueza cautivadora, según ellas con “irreverente insolencia”, pero en realidad con un candor y una ingenuidad que enternece.
Cynthia Velarde Flores, encantadora apurimeña de corazón abanquino y gran linaje, es una asidua lectora cuyo carisma radiante y talento para la escritura la distinguen. Su belleza deslumbra, pero es su corazón amigable y su alegría contagiosa lo que verdaderamente la engalana. Siempre lista para celebrar la vida con una sonrisa y un abrazo cálido, esta dama de abolengo es el alma de cualquier reunión. Su legado de alegría y amistad, manifestado en los simpáticos escritos de su brillante pluma, se conocen en Peruanísima.
Por su parte, Carmen Mariela Miranda Ninapaytán es el eco melodioso de una distinguida estirpe abanquina. Alumna destacada del Colegio Santa Rosa, encaminó sus esfuerzos a lograr una carrera en la Ingeniería Industrial, donde fusiona la precisión con la pasión. Su corazón danza al ritmo de las melodías que ama, y destila alegría en su entorno. Abanquina moderna, vive actualmente en Argentina, en la ciudad de Córdoba, y es colaboradora de Peruanísima.
Cynthia nos dice: «Este primer año de éxitos felicito a la Revista Digital Peruanísima y a su creador Carlos Antonio Casas, hermano de mi gran y recordada amiga de chiquititud Ingrid Casas que, desde el cielo, festeja los logros de Carlitos y que mejor manera de festejar este primer año que abriendo el baúl de los recuerdos y dar rienda suelta a los mejores recuerdos de una época».
Por su parte, Carmen Mariela nos expresa su saludo de esta manera: «Carlitos, ante todo felicitarte por este primer aniversario de tu revista, espero que sean muchos más. Te agradezco por darnos la oportunidad de compartir nuestras anécdotas. Ahí te envío una de tantas».
Así, estas dos plumas abanquinas narran con candor y alegría los recuerdos y vivencias que atesoran, engalanando con sus relatos las páginas de Peruanísima en su primer aniversario.
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A esas dos damas las conozco. Fueron mis alumnas en Santa Rosa. Muy tranquilas aquella vez. Siempre respetuosas, afectuosas y alegres esta vez.