Betty Ballón Gómez: trabajar sin tregua
Hay personas viven con alegría y se dedican a perseguir sus sueños toda la vida… Otras trabajan sin tregua ni descanso, pero sin norte ni brújula en la mano…
También quienes se dedican a estudiar en busca de la verdad, son quienes entran en el mundo académico.
Otras piensan que la tarea política es la única forma de progreso y están en el ojo crítico de la sociedad.
Finalmente, hay quienes trabajan con estudios y brújula en la mano y encuentran su camino y su propósito de vida.
Betty Ballón Gómez de Sierra, profesora de Educación Primaria entró al servicio de la educación en Lambrama y terminó su carrera al servicio del Ministerio de Educación en 1980.
Luego de más de 20 años encaminando la escuela que le dieron a dirigir en una casa que se caía a pedazos en el Jr. Lima, la trasladó a un pampón colindante con el Estadio El Olivo de Abancay construyendo, por trabajo popular, una respetable institución educativa con paredes de adobe.
Se trasladó a la edificación hecha por los padres de familia y el vecindario con apenas paredes y techo. Sin puertas ni ventanas en un tiempo en que, en Abancay no necesitábamos candados para asegurar nuestras pertenencias.
Eso hizo que siguiera para adelante con el trabajo social, esta vez con kermeses, rifas y bingos para poner ventanas, comprar vidrios, hacer los acabados de las paredes, puertas, pisos y el patio de actividades. Agua, luz y servicios higiénicos.
¡Qué bien la secundaba su esposo Bernardino Sierra! Ahí estaba él, poniendo el hombro llevándose los escombros, acarreando los materiales, alentándola en cada paso que daba.
Cuando llegó la Reforma Educativa del Gobierno Militar de Velasco, adecuó sus procesos de trabajo al “molde conductista de la Escuela Nueva”.
Fue una de las primeras directoras que se capacitó con sus profesoras en el uso de materiales educativos para hacer más eficiente la educación.
Finalmente, la Escuela 540006, su escuela, se encaminó a la modernidad dentro del cuadrilátero que le habían asignado y empezó a crecer hacia el Nivel Inicial.
Luego, movilizando a la comunidad lograría el Nivel Secundario.
Incansable la Prof. Betty, hasta que en 1980 decide pasar a retiro asignándole a esa escuelita del Barrio “El Olivo” el nombre de “Sagrado Corazón de Jesús”.
¿Tarea cumplida?
¡Quién lo dijera…! Betty Ballón de Sierra, funda su propio colegio y le pone el nombre de “Juan Pablo II”, con sus ahorros, con su propia propuesta educativa, con su propio capital y con una infraestructura moderna para los tres niveles de la Educación Básica.
El trabajo y la brújula para avanzar estaban sincronizados y la máquina humana para impulsar ese binomio estaba allí con el aliento de Bernardino, su esposo.
¿Cuánto camino hasta aquí?
Trabajar sin tregua ni descanso, perfeccionando métodos y procesos para despertar mentes transformadoras a través de la educación, ha definido la vida y obra de Betty Ballón de Sierra. durante su vida.
No es fácil lograr el pase del Paradigma Conductista al Paradigma Constructivista. “El Constructivismo” llegó con el nuevo milenio y ella logró adecuarse a la innovación para poner al colegio de su creación “Juan Pablo II” en la proa del barco que nos conduce al progreso.
Ha partido a los predios del Señor, Betty Ballón Gómez de Sierra ¡Honor al Mérito!
Se va irremediablemente como casi todos los hijos buenos de Abancay, con una deuda ciudadana por cobrar…
¡Hasta siempre Sra. Betty!
Facilidades: Sabino Baca Orellana
Foto: Album de Luis A. Sierra Ballón