VOCES DE LA SIERRA Y EL ALMA

Nota de Peruanísima:

Aníbal Guerrero Miranda, nacido en Pichirhua, Apurímac en 1944, es un destacado educador, abogado y poeta peruano.

Ha desempeñado diversos cargos en el sector educativo, incluyendo profesor, director y administrado der de UGELs. También fue director académico en instituciones como Andina Apurímac y Acre Kantu, y capacitador en el proyecto educativo MEceD PLANCAD del Ministerio de Educación.

Su poesía, impregnada de sensibilidad y amor por la naturaleza y la humanidad, refleja la voz de una conciencia noble.

Aníbal Guerrero Miranda es autor de varios libbros como: poemarios, cuentos, novelas románticas y ensayos. Entre sus obras destacan “Cantos de la Sierra”, un homenaje a los paisajes andinos; “Voces del Alma”, una introspectiva colección; y “Brillo de Esperanza”, un canto a la resiliencia. :También “Importancia de la poesía en Educación Primaria”, “Sueños de amor”, “Reflejos del alma”, “Rosalía, Rosas del alba”, “La cabra Serafina”, “Luz y niebla”, “Celajes de la tarde”. y otros.

Su legado inspira a futuras generaciones y nos enorgullecemos de su incorporación a las filas de los ilustres colaboradores de Peruanísima.

A continuación, una selección de algunos hermosos poemas brotados de su pluma.

EL AMOR CON AMOR SE PAGA

Puedes estar muy distante de mi alma
pero estás en las noches en mi mente,
te apareces como un ave solitaria
que busca su nido para seguir amando.

No busques salir del camino a donde
vamos, ni pretendas dejarme solo.
Mi amor sale del corazón bullente
como las aguas de un arroyo con calor.

Quiero vivas a mi lado eternamente,
como el árbol milenario derramando su
sabia y su encanto de verdor atrayente.

Aprendamos a caminar los dos juntos,
y pidamos al destino no desunirnos jamás;
quiero sepas que el amor con amor se paga.

Autor: Aníbal Guerrero Miranda
ULTIMAS GOTAS DE LLANTO

Estoy solo esta noche,
derramando la última
gota de llanto,
viviendo la ausencia
inocente de las miradas,
la tristeza de las sombras,
el otoño nostálgico de las melodías.

Estoy solo sin recuerdos,
buscando el latido del corazón
de mi alma.
Mirando en el silencio de la noche,
las estrellas del cielo,
y el picaflor de la flor
matinal que nace.

Estoy solo esta noche
tomando el aire de los valles,
al aliento frío y débil de los ríos,
la hierática aridez de los arenales
que no le dicen al ruiseñor canta
ni a las penas llora
a las orillas de los mares.

Estoy solo esta noche,
como la inmensa piedra
tirada en el camino,
esperando escuchar tu voz en los oídos,
tratando de comprender la felicidad
de la carne,
antes de derramar
la última gota de llanto.

Autor: Aníbal Guerrero Miranda
VITORES A UN BARDO APURIMEÑO

Los poetas apurimeños cantan glorias de
su tierra natal, bajo el cielo celeste de sol
brillante, donde el río Mariño corre arrullando
los bordes del Cerro Quisapata, a la luz
refleja de los enhiestos nevados del Ampay.

La pluma de Hermógenes Rojas Sullca,
dueño de las décimas, llenas de belleza
y elegancia, pinta de colores el paisaje
de la tierra apurimeña, con letras inmortales
que por siglos perdurará en la memoria.

Apurímac, tierra surgida de las gigantescas
moles de los Andes peruanos, patria de
Micaela Bastidas, es expresada y loada
con galanura por el rimador que sueña con
amor por su tierra de bellezas inigualables.

El excepcional poeta Rojas Sullca, canta de
su tierra su historia, su cultura, y reflexiona
la direccionalidad del amor y de la vida,
de su distrito natal de Huanipaca, de la
provincia de Abancay y de la región Apurímac.

Gracias, bardo apurimeño, con tus poemas
promueves la alegría del Perú entero,
convirtiendo la tristeza en alegría, acariciando
con amor la tierra de encantos, llenos de árboles
y de aromadas bellas flores abanquinas.

Autor: Aníbal Guerrero Miranda
YA NADIE VIVE EN LA CASA

Ya nadie vive,
nadie ingresa durante la temporada que pasó.
Está cerrada, sucia,
solo el tiempo la mira,
y los que visitamos de tiempo en tiempo
recorremos unos instantes, los dormitorios
caídos, el patio lleno de malezas, la cocina…

¡Qué pena!
Sin una olla, sin el fogón en el rincón,
No está la mesa,
corre el viento frío,
mi corazón se entristece.
Las palabras vertidas entre yo y mi
hermano Raúl siempre caen en el silencio
del desprecio y del dolor.

¡Dios Mío!
Yo nací en esa tierra y en esa casa.
pareciera que las paredes tienen sonido,
por lo que me brotan lágrimas
al escucharlos.
Hoy vaga en mi en las sombras
interrogantes que contestar.
Es el cielo que me invita mirarla
con los ojos tristes,
y el día que me cubra la tierra,
tañeran las campanas de la torre de la iglesia
y en ese patiecito de mis juegos
brotará una rosa que florecerá
en señal de duelo eterno
hasta cuando el río y el puente de lagrimas
dejen de recordarme eternamente.

Autor: Aníbal Guerrero Miranda

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2 com.

Vilma Sotomayor Guzmán 21/07/2024 - 12:03 pm
Qué alegría enterarme algo más del turay Anibal Guerrero M, he leído muchos de sus poemas, todas remueven el alma, gracias PERUANÍSIMA por comunicarnos temas sobre él, éxitos y bendiciones a todos.
Hermógenes Rojas Sullca 21/07/2024 - 5:31 pm
Con Aníbal Guerrero somos colegas y amigos. Hemos compartido espacios en Capacitación Educacional, y somos también tributarios de ese gran río que se llama la Poesía. Saludos por su producción literaria, y gracias por sus versos alusivos a mi persona. Un hermogeniano abrazo.
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